Mente fría, corazón caliente
Hace apenas un año y medio, Luciana Villasanti (13 años, juvenil), participaba en torneos “amistosos” de gimnasia artística en un club de barrio, en Flores. Si alguien le hubiese dicho que muy pronto se convertiría en una de las tres mejores gimnastas de todo el país, en su categoría, no lo habría creído. Cuando se animó a una prueba en Ferro, inmediatamente se sumó al equipo de “federadas, nivel C2”. Desde ese día Luciana se entrena hasta más de 12hs semanales con sus “profes”, Naiara y Axel. Su entrega incondicional en cada jornada la llevaron a destacarse en los torneos de la exigente y masiva Federación Metropolitana. En medio de la alegría por sus avances en apenas un año, cuando ya veía de cerca la clasificación a las Nacionales de Gimnasia Artística, Nivel C2, en Bahía Blanca, un esguince de tobillo puso en jaque su participación. Sin embargo, con “bota” ortopédica, reposo y hielo, Luciana no bajó los brazos. Se negó a abandonar el sueño de competir en las Nacionales y, con lesión a medio curar, se presentó en Santos Lugares en la última fecha de competición local y obtuvo el puntaje necesario para tener un lugar entre las gimnastas de la Federación Metropolitana.
Viajó a Bahía Blanca con su entrenador, Axel Fecha. Con el tobillo entre algodones, se prepararon mental y espiritualmente: “siempre digo que a los torneos hay que llegar con la cabeza fría y el corazón caliente”, explica Axel. “Por la lesión, no pudimos entrenar suficientemente para su performance en Salto, sabíamos que llegábamos con esa limitación, pero el entrenamiento realizado a lo largo del año, que fue muy fuerte, nos daba tranquilidad para el resto de los aparatos. Luciana sabe lo que es estar arrastrando una lesión y la impotencia de sentir que no te deja mejorar, pero también sabe lo que es el orgullo de haber llegado al Podio pese a ese dolor en el tobillo. La fortaleza mental es fundamental. Trabajamos mucho en la seguridad y en la concentración. Por eso, haber llegado a estas Nacionales y luego al Podio (Luciana Villasanti obtuvo el tercer lugar en Suelo, con un puntaje de 8,875) es una sensación inexplicable”, dice el entrenador.
Ya en Caballito, con la medalla en su poder, Luciana (con la bota ortopédica puesta) habla del “miedo a fallar en los aparatos por culpa de la lesión, la verdad es que tenía muchos nervios… los días previos sólo pensaba en bajar la inflamación, Axel me decía que no me comiera la cabeza, que si llegaba a tener una caída me levantara y siguiera adelante. Pero en ese momento pensás todo al mismo tiempo, en la serie, en los descuentos del jurado, en la lesión, es todo muy rápido. Clasifiqué a dos Finales, Viga y Suelo, y eso me puso muy feliz porque sabía que en alguna de las dos podía llegar al Podio”, dice la juvenil, que acaba de terminar la escuela primaria. Tanto ama la gimnasia que llegó a sacrificar el viaje de egresados a La Falda, Córdoba, para poder competir representando a Ferro y a la Federación Metropolitana en Olimpo de Bahía Blanca. Y tiene un objetivo muy claro: “seguir compitiendo y avanzando de categoría”, dice. Y sonríe, porque siente que cuando se propone algo, no hay forma de detenerla.
Por Alejando Von Proschek