Eliminados ante La Ñata
Ferro perdió 5 a 4 con Villa La Ñata, en el partido de vuelta de las semifinales, con la premisa de que estaba obligado a ganar, por la desventaja deportiva que pesaba debido a que terminó tercero en la fase regular del campeonato, más el 2 a 2 en la ida, en Caballito.
El Verdolaga llegaba con toda su ilusión a Villa Modelo, donde hizo de local el conjunto de Benavídez. Esa necesidad de victoria lo obligaba a salir a buscar el juego desde el inicio, con mucha agresividad futbolística y tratando de repetir la intensidad con la que había jugado el primer tiempo en el Multideportivo. La energía se plasmó rápidamente en el resultado mediante el gol de Diego Albertini.
Pero el desarrollo del juego fue muy diferente al primer partido. La idea de hacerlo cerrado, características favorables para los dirigidos por Pablo Cigliano y Sebastián Espigares, no pudo llevarse a cabo, y en ese ida y vuelta, los conducidos por Sebastián Mareco, se sintieron más cómodos para aprovechar los espacios con los que los hermanos Brizuela pudieran demostrar toda su jerarquía goleadora al darlo vuelta. Martín Amas empató de tiro libre, pero en la jugada siguiente, se volvió a adelantar al local, en el epílogo de la primera mitad.
El complemento continuó como un juego de poca pausa y transiciones rápidas que Oeste sufrió. La desesperación por correr siempre en desventaja en el resultado, se sumó a la lucha contrarreloj. Dos descuentos más, vía Martín Zarodozne y Pablo Vera, no alcanzaron para el milagro y poder revertir ese 7-6 definitivo en el global, pero sí fueron suficientes para no reprocharse absolutamente nada dentro de la cancha, en un cotejo que se definió por detalles.
Ferro quedó en las puertas de la final y la clasificación a la Liga Nacional de Futsal, pero es otro paso más en la reconstrucción de la disciplina que hace dos años jugaba en la Segunda División, hace tres no tenía estadio propio, con un gran apoyo dirigencial más un enorme trabajo de un cuerpo técnico que tomó las riendas en forma inesperada, tras la fecha 3, y pudo convencer a sus futbolistas de una idea de juego que se convirtió en ilusión, para terminar el torneo entre los mejores del año. Incluso, hasta tuvo el lujo de disfrutar, en gran parte del campeonato, de Leandro Cuzzolino, jugador campeón del mundo con la Selección Argentina.
En 2017, tras su vuelta a la máxima categoría, el tope fueron los cuartos de final ante San Lorenzo. En 2018, se llegó a semifinales contra Villa La Ñata. Entonces será cuestión de continuar por este camino y renovar ilusiones para 2019.
Prensa Futsal
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