Dura caída
Ferro perdió 4 a 3 ante River, por la fecha 3, en Caballito, en lo que fue su debut por el torneo local en el Multideportivo. Chianelli, Albertini –p- y Amas, los goles del Verdolaga.
Era una buena chance para comenzar a sumar de a tres, en la presentación ante su gente. El partido había comenzado disputado en el medio y muy luchado. A Ferro le costaba que se conjugaran sus jugadores de mejor pie, por lo que la visita tenía la claridad que le faltaba a su rival, aunque no era resolutivo en la finalización de las jugadas. A los 14′ y 18′ aprovechó las fragilidades defensivas de los dirigidos por Cigliano y Espigares al momento de la salida, sin perdonar estos errores para ponerse 2 a 0.
Fue tal el desconcierto del Verdolaga, en esos minutos finales del primer tiempo, que solo al explotar las ventajas que otorgaba en el fondo, River justificaba su triunfo. Para decorar el desarrollo, a un minuto y medio del final le clavó la tercera daga para irse al descanso 3 a 0.
En el complemento resurgió a partir de la actitud. Con el juego en deuda, floreció el carácter para llevarse por delante al Millonario, con más empuje que fútbol. Comenzó a acumular infracciones a favor y a mover la pelota para desordenar a los de Núñez. Tras una buena combinación, Lucas Chianelli terminó empujándola debajo del arco, para ilusionarse con el empate, que ya no parecía tan lejano.
La enajenación por la igualdad confundió al Verde. Se adelantó Juan Cruz Freijo Rivera para sumar gente en campo rival, pero una pifia del arquero, permitió que River volviera a estirar las cifras a tres goles. A partir de ese momento, Rafao quedó como arquero-jugador y comenzó a tener más movilidad. Primero, con un penal convertido por Polilla Albertini y, luego, con un remate de doble penal del Zurdo Amas, quedó a un gol de la hazaña.
Pero en el minuto final una serie de errores arbitrales lo privaron de rescatar un punto. El cronómetro no se detuvo tras un tiro de esquina que terminó en un lateral, perdiéndose al menos 4 valiosos segundos. Pero el estallido fue faltando 3″ para el final cuando un derechazo de Albertini rebotó en la mano de un rival, dentro de su área, pero la dupla de autoridades, integrada por Gabriel Maidana y Ángel Rebuscini, entendió que no existía ninguna infracción.
Quedarse con los fallos arbitrales, por más reales que fuesen, sería tapar el árbol sin ver el bosque. Había ilusión en la previa para que el equipo renazca y comenzara a conectarse, pero esta vez Oeste regaló un tiempo y lo pagó demasiado caro. Aprobó en la materia actitudinal, pero no le alcanzó con la arremetida en el complemento y, más allá de las polémicas, terminó quedándose sin nada. Otro aprendizaje, para un equipo en formación, en pleno torneo.
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