Salmerón será AC de la 4ª División
De cabeza, de zurda, de derecha. Él convertía goles y las bocas, al unísono, emitían dos gritos sagrados. El primero, inoxidable e imposible de apagar cada vez que Luis Salmerón pisaba el área rival. Y el segundo, que se hizo clásico en las tribunas de Caballito, homenajeaba al Pupigol. A ese artillero voraz que surgió en las divisiones juveniles cuando el club atravesaba una delicada situación socioeconómica y que con 87 tantos se transformó en el máximo goleador de Ferro en el Siglo XXI. El hijo pródigo, a sus 39 años y luego de su retiro profesional en febrero, retorna con otra labor al lugar donde fue feliz.
El histórico delantero Verdolaga será el nuevo ayudante de campo de la 4° División de Ferro, dirigida por Sergio Alcoba y bajo la órbita de la coordinación de Inferiores que comandan Jorge Cordon y Luciano Guiñazú. En la nueva sala de conferencias de la institución, el Pupi expresó sus sensaciones y sus objetivos en su vuelta a casa, recordó sus etapas como futbolista y agradeció el cariño que le profesan los hinchas.
– Luis, volvés al club después de tres años y medio, en 2017 te despediste como jugador. Transitaste seis etapas distintas y hoy estás en otra función. ¿Qué te genera todo esto?
– Estoy nervioso, no sé nada de esta nueva vida que acabo de empezar así que estoy con mucha expectativa. Feliz, al mismo tiempo, porque vuelvo a mi casa. Conozco cada rincón de este lugar. Espero sacarme rápido la timidez y empezar a disfrutar nuevamente de estar acá adentro.
-Si tuvieses que definir el puesto que vas a ocupar, ¿cómo lo presentarías ante los hinchas?
-Voy a ser ayudante de campo de la 4° división. Me junté con Jorge (Cordon) a hablar con él, me preguntó qué tenía ganas de hacer y yo le respondí que quería estar acá y aprender. Yo estaba a disposición para lo que me necesiten y él cree que es el mejor para ir agarrando experiencia. Lo tomo con muchas ganas. Después también vino Luciano Guiñazú y coincidimos todos en lo mismo. Empezaré así y con el correr del tiempo, veremos.
-¿Cómo te ves ante este nuevo rol? ¿Era algo que proyectabas o te apareció en el último tiempo después de oficializar tu retiro?
-Me preparo con mucha expectativa, volver a disfrutar el día a día desde otro lugar. En un principio, no era mi idea antes de retirarme, pero una vez que tomé la decisión me quedé con ganas de empezar a trabajar. Qué más lindo que el fútbol y en mi casa, donde me crié y me formé como persona. Voy a ir aprendiendo momento a momento.
-Cuando debutaste en Primera, el club vivía una realidad socioeconómica muy compleja. ¿Qué diferencias notás hoy con respecto a lo que te rodeaba en aquel entonces?
-En ese momento la pasamos mal. Los pibes del club, los que vivíamos en la pensión, nos tocó vivir una realidad negra, lo peor que hemos sufrido en esta institución. Después me tocó volver cuando se levantó la quiebra y empezamos a renacer. Era lindo poder ir viendo todas las cosas que se iban inaugurando, aunque pintasen una pared, porque ni siquiera eso se hacía. Entrabas al vestuario y la ducha estaba llena de hongos. Eso fue cambiando y hoy se ve que institucionalmente Ferro volvió a ser.
⚽ Alguien muy especial vuelve a casa ??
— Ferro Carril Oeste (@FerroOficial) March 22, 2021
? Tras tres años y medio alejado del club, Luis Salmerón será el nuevo ayudante de campo de la 4ª División.
¡El máximo goleador de #Ferro en el Siglo XXI ya está en Caballito! ¡Bienvenido, Pupi! ?? pic.twitter.com/LBxnxzIEVC
-Con 87 tantos en 292 partidos sos el máximo goleador de la institución en el siglo XXI y el quinto que más gritó en nuestra historia profesional. ¿Qué significa eso para vos?
-Lo sabía porque interactúo bastante por las redes sociales, leo y me llegan las cosas. Hay un tire y afloje con un par de goles porque me parece que son más, pero no importa. Sea cual sea mi posición en esa estadística, para mí es un orgullo muy grande, y más que nada en la actualidad, porque cuando estaba jugando no me daba cuenta de lo que había logrado. Hacía goles y me decían que había superado a glorias del club. Me quedo con el cariño que me gané, que me lo demuestran día a día. Me lo muestran en la calle, cuando voy a buscar a mi hijo al colegio. Prefiero vivir de eso y no de lo estadístico.
-Surgiste de las divisiones inferiores del club y con el correr del tiempo te convertiste en un líder del vestuario, ayudando a muchos jóvenes que llegaban con las mismas ganas de asentarse. ¿Qué creés que les podés aportar hoy a los chicos de 4ta División que están por atravesar ese proceso?
-Experiencia cercana, sobre todo. No hace mucho estuve adentro de un vestuario y en los últimos años me tocó ser un referente, por la edad y el recorrido. Me tocó vivir en un fútbol distinto al de hoy, y también el de ahora. Trataré de enseñar desde esa sabiduría, que tuve la suerte de vivirla. Me han quedado muchas cosas a lo largo del camino, muchos entrenadores que me han dejado aprendizajes, y las cosas malas que son necesarias para remarcarlas.
-¿Cómo ves al equipo en la Primera Nacional? ¿Pudiste ver los primeros dos partidos?
-El primero no lo vi. No lo pude enganchar, pero contra Morón estuve en la cancha y ganó. Por momentos jugó bien, por momentos no tanto, hasta que se abrió el partido. En el segundo tiempo fue encontrando el funcionamiento que debe estar buscando. Eso es lo que vi desde afuera. Se vio que hay muy buen material para que Ferro sea protagonista, más allá del nombre. Les deseo el mayor de los éxitos y ahí estaré, apoyando.
-¿Qué es Ferro para Luis Salmerón?
-A veces parezco muy repetitivo, pero nunca está de más recordarlo: para mí lo es todo. Todo lo que fue bueno en el fútbol estuvo acá. Estuve en varios lugares y también pude ganarme el cariño y el respeto, pero en Ferro he vivido de todo. Lloré, fui feliz, grité, me enojé. Vine a los 15 años; tengo 39 y acá estoy. También significa lo mismo para mi familia, para los que están en Córdoba que saben lo que es el club. Va a seguir siendo mi todo, deportiva y afectivamente. Le mando un saludo a toda la gente que siempre me demuestra cariño.