40 años de gratitud
Por Gustavo Grabia
Cada uno debe tener sus propias sensaciones de lo que fue el primer título en Primera División de nuestro amado Verde. Yo, para ser sincero, tenía por entonces 14 años y después de la doble desazón del 81 jamás pensé que se nos iba a dar. Por una simple razón: habíamos sido más que Boca en aquel Metro que se nos escapó por nada (con recordar el primer tiempo en la Bombonera alcanza y sobra para ratificar lo que digo) y más que River en el Nacional incluyendo la primera final en el Monumental, donde hicimos figura a Fillol y nos ganaron con un tirito de Olarticoechea que se le escurrió al gran Barisio. Entonces, pensar en coronar después de semejante frustración era tarea sólo para intrépidos. O para tipos como Carlos Timoteo Griguol y su ballet, que sabían a ciencia cierta que esa maquinita que venía aceitándose año y medio detrás estaba a punto de entregar su mejor versión.
Y vaya si lo fue. Uno puede ir a los números y confirmarlo con ellos. Campeón invicto, 22 partidos con 16 triunfos y seis empates, goleador del torneo el francotirador Miguel Ángel el Negro Juárez con ¡22!, equipo más goleador con 50, valla menos vencida con apenas 13 y así se pueden seguir acumulando datos estadísticos. Pero es preferible quedarse con las sensaciones que 40 años más tarde siguen siendo mucho mejores que las frías matemáticas. Cómo olvidar la goleada a Vélez en el Amalfitani, con la popu a reventar y el ole que bajaba de la tribuna. Fueron cuatro, uno más lindo que otro. O la exhibición en la cancha de Independiente, ahí en esa tribuna donde se veía poquito porque no tenía casi declive, pero aún así dibujamos junto a Papelito Crocco su slalom con patines esquivando muñecos con definición gourmet para otra cuaterna. Pero el día en que me convencí que íbamos a salir campeones, no puedo explicar por qué, fue aún antes, cuando Andreuchi hizo el gol de taco ante Concepción de Tucumán de cara a nuestros eternos tablones. Será por la belleza del tanto, será porque mis viejos estaban conmigo en la tribuna y nos abrazamos como sólo nos abrazamos los de Ferro cuando algo bueno acaba de suceder o porque con mis amigos al otro día intentamos recrear el gol en el patio de atrás. Hoy, 40 años después, aún no lo sé, pero sí sé que ese día -y estamos hablando recién de la sexta fecha del torneo-, creí que lo del 81 era sólo un peldaño que había quedado atrás para alcanzar la cima.
? 1️⃣9️⃣8️⃣2️⃣ ?
Este es el sueño del pibe ?
Tacazo infernal de Andreuchi para vencer 2-1 a Atlético Concepción de Tucumán y alcanzar la sexta victoria en seis partidos#CampeónInvicto ? pic.twitter.com/uUiRlfrO91
— Ferro Carril Oeste (@FerroOficial) June 21, 2022
Después vino todo lo otro. Ya clasificados, en Cuartos nos tocó Independiente Rivadavia de Mendoza. Pasamos con lo justo, sin que sobre nada. Y como en semis venía Talleres, un toque, y perdón por la palabra, se me frunció. Y supongo que eso mismo le pasó a más de uno. Encima todos los que eran de los equipos grandes, por lo menos en mi colegio, estaban con los cordobeses. No comprendí si era simple folclore o la penetración de un discurso falaz, consecuencia de una prensa que no entendía el fútbol total de Ferro o que prefería jugar a no entenderlo para no opacar el negocio de los grandes. Dicen que somos un equipo aburrido… mi Dios.
"Ni siquiera lo festejó"; "Para esta pobreza, #Ferro es millonario" ??
El equipo de Timoteo hacía oídos sordos al rechazo de los medios, eliminaba a Independiente Rivadavia y se metía en la Semifinal ??#CampeónInvicto ? pic.twitter.com/MOfpHIGrW6
— Ferro Carril Oeste (@FerroOficial) June 25, 2022
Lo cierto es que aquella exhibición en Caballito está en el manual del partido perfecto de cualquier equipo de cualquier lugar. Fue un festival de principio a fin. Dos goles en el primer tiempo que bastaban para cerrarse atrás e ir tranqui a Còrdoba. ¿Y sabés qué? No. Hasta no triturar al rival para cerrar la serie en la ida Ferro no iba a parar. Fueron cuatro y pudieron ser seis. Recuerdo que jamás vi tan tranquilo un partido clave como la revancha en la Docta, aún cuando Timo se enojó porque nos hicieron cuatro. Sí, pero nosotros les hicimos lo mismo. Les dábamos el dulce y se los sacábamos cuando queríamos. Lo dieron por ATC un domingo a la mañana. En casa todavía teníamos tele blanco y negro. Pero era fácil distinguir a los jugadores. No sólo porque un hincha nunca se confunde sobre quién lo representa en el césped, sino porque no había otro equipo que jugara como Ferro. Era un estilo único, avasallante, una aplanadora de fútbol total.
"La moto que se agarró Griguol ese día" ?#CampeónInvicto ? pic.twitter.com/CuFD86zFpH
— Ferro Carril Oeste (@FerroOficial) June 26, 2022
Y así llegamos a la final. Recuerdo que éramos una multitud en Quilmes y que también fue a la mañana, porque estaba el Mundial de España. Ahora que lo pienso ese día no jugaba Argentina como cuando nos tocó en Córdoba, así que quizá la memoria me juegue una mala pasada. Pero sigo convencido de que fue de mañana. Y que cuando volvimos en caravana desde el Sur, todos sabíamos que ya éramos campeones. Porque el partido había sido trabado, pero el que propuso eso fue Ferro que además fue el único que había tenido situaciones. En casa lo ganábamos. Lo sabía Timo, lo sabía Cacho, lo sabíamos todos. Y una semana después lo comprobamos en el templo. Ni tiempo para sufrir tuvimos, que el Negro metió el primero antes de los 25′. Pero mi imagen de esa final no fue ese gol. Fue el del Burro Rocchia. Lo recuerdo exacto, sin tener que ir a Youtube a revivirlo. El centro del Beto y el Burro tirándose con su pierna derecha para adelante y poniéndose las manos en la cara en el festejo para tapar tantas lágrimas de felicidad. Nada menos que el Burro, el otro símbolo junto a Cacho, el hombre que tenía look de solteros contra casados, jugando para los casados obvio, pero era una fiera, el mejor back que yo haya visto en Caballito. Después saltamos todos al campo porque había que dar esa vuelta histórica y aún más recuerdo la celebración posterior en la sede, tirándonos a la pileta con la temperatura helada pero el corazón caliente porque habíamos salido campeones, carajo. Campeones de la A por primera vez, y para siempre.
Los homenajes se hacen en vida. Y en el lugar en que escribieron la historia ♾️?
Entrevista completa a nuestros héroes ➡️ https://t.co/iIMIKDmdau#CampeónInvicto ? pic.twitter.com/xXAtr8Tkz4
— Ferro Carril Oeste (@FerroOficial) June 27, 2022