“Ferro necesita que nos unamos”

octubre 26, 2022
“Ferro necesita que nos unamos”

Luego de ser confirmado como nuevo entrenador del fútbol profesional y de comandar su primer entrenamiento, Juan Manuel Sara brindó un reportaje en el que repasó su trayectoria por el Club. Se trata de una persona que nació con la camiseta puesta: fue alumno del Jardín de Infantes, colono en las Vacaciones Alegres, hincha de platea y popular y también futbolista, en la última etapa de su carrera.

A lo largo de la charla, enfatiza en la necesidad de que todos los actores de la Institución “tiren para el mismo lado” en busca del objetivo, asegura que conformará un equipo de jugadores que “quieran estar” en Ferro, y puntualiza que el nuevo plantel debe generarle a la gente las “ganas de venir a la cancha”.

– Juan Manuel, acabás de ser confirmado como director técnico de Ferro. ¿Qué sentís? ¿Qué es lo primero que nos podés decir sobre lo que te pasa por el cuerpo en este momento?

– Viene la historia de uno atrás. Desde chiquito haberme criado acá… Es cumplir un sueño, cualquier hincha que vive del fútbol sueña con ser jugador y entrenador del equipo que ama, y la verdad es que a mi me tocaron las dos. Y entre tantos entrenadores poder ser elegido, para mí es un privilegio, un orgullo y una enorme responsabilidad. Estoy agradecido a Dios, a la dirigencia, porque realmente toda mi historia pasó en esta Institución.

– Vos decís que te pasa toda tu historia por encima. Hay mucha gente que seguramente no sepa de ese vínculo familiar con el Club. ¿Podés contarles un poco de dónde surge tu lazo fraternal con Ferro?

– Mi viejo era hincha y de chiquito vine al Jardín. Mis primeros recuerdos son en la cancha de River, el 3-0 en la final, el 1-0 acá que se suspende, la cena de los campeones, el 4-0 con Boca acá, la Copa Libertadores contra Cobreloa. De ahí, toda mi adolescencia en el club, ir a los partidos cuando Ferro jugaba en Caballito, las Vacaciones Alegres, el venir después del Colegio a jugar al básquet en la corredera, el fútbol en el playón… Esa era mi vida.

– ¿Cómo se dio tu llegada al club como futbolista? ¿Cuál fue el trasfondo que dio paso a que vos te pudieses retirar en el Club de tus amores?

– Yo tuve una carrera larga, de casi 20 años. Venía de jugar las últimas dos temporadas en México, en el draft no pude conseguir club y regresé a Buenos Aires. Tenía 35 años y mi sueño era jugar en Ferro. Hablé con Daniel (Pandolfi) en su momento, él me invitó a poder entrenar, era Carlos Trullet el técnico. Después de un par de semanas de estar trabajando con el plantel, decidieron que firmara contrato y que pudiera jugar un año acá en el Club, más allá de que la realidad es que pagué un precio por el tema de la rodilla: no la pasaba bien porque no podía rendir al 100%, me costó mucho recuperarme.

– Las estadísticas dicen que disputaste seis partidos, que en realidad no fueron completos. De hecho, en la mayoría ingresaste desde el banco de suplentes. Hiciste dos goles en esos seis partidos. ¿Qué te acordás del primero, quizás el más icónico para vos porque fue acá en Caballito y sirvió para que Ferro ganara en uno de los últimos minutos?

– Lo del gol fue otro sueño cumplido. Estábamos 1-1, estaba terminando el partido y creo que fue el Huevo (Acuña) que hizo una jugada bárbara, que tira el centro y a mí me quedó solamente empujarla ahí cerca del área chica, con el Gato Sessa vencido. Se me vinieron un montón de cosas a la cabeza, la familia que estaba en la platea, mis hijos. No sabía qué hacer la verdad, lo que atiné fue agarrarme la camiseta y besarla.

– El último gol de tu carrera fue el que convertís en el 3 a 0 ante Banfield. Como dicen los delanteros, te tomaste no uno, sino tres tiempos en el área para esperar que el arquero se tirara y definiste. 

– Todo nació de un centro, que creo que fue de Franco Dolci. Yo salgo desde atrás de los defensores y no quedo en offside, estuve frente al arquero y esto que decís vos, que siempre tenés un segundo más dentro del área, amagué, se tiró y definí al otro lado. Fue un lindo broche para terminar ese año (NdR: fue el 9 de diciembre del 2012, en la cancha de Nueva Chicago)

– Cuando te retiraste como futbolista y empezaste a prepararte para ser entrenador, ¿alguna vez pensaste seriamente que podías llegar a dirigir a Ferro?

– Siempre, desde el primer día fue mi sueño.

– ¿Y por qué creés que se te da en este momento de tu vida, de tu carrera?

– Porque soy creyente y entiendo que es el momento justo para estar acá. Tengo una responsabilidad muy grande. La de ser entrenador ya es una tarea enorme, pero esto significa mucho más porque es el club que amo. Entonces es una doble responsabilidad, pero que quiero tomar. Estoy feliz de estar acá y deseo con toda mi alma que nos vaya bien.

– Sabemos que Ferro atraviesa, en lo que respecta al fútbol, una situación complicada desde hace tiempo, porque quiere ascender hace más de dos décadas y no puede. ¿Cómo tomás el desafío? 

– Lo que puedo prometer es mucho laburo. Vamos a tener tiempo para preparar una temporada larga. Quiero generar un equipo que a la gente lo identifique, jugadores que se maten por esta camiseta, que quieran estar acá. Y lo que sí, yo siento que Ferro necesita que nos unamos, que todos tiremos para el mismo lado. Entiendo la situación, más que yo no lo va a comprender nadie, pero esto no es magia, se necesita mucho trabajo, se necesita que todos estemos enfocados hacia el mismo objetivo y que podamos unir, generar algo positivo. Sé que son muchos años de frustración, pero me parece que es tiempo de poner a Ferro de pie.

– Yendo a lo estrictamente deportivo, vos tuviste la posibilidad de ascender a Primera dentro de un cuerpo técnico, como ayudante de campo de Diego Martínez en el título que logró Tigre en 2021. Cuesta mucho, ¿no? Mismo en el torneo en el que ustedes ascendieron, estuvieron cerca de irse, y luego de muchísimos obstáculos debieron disputar una final contra Barracas Central. 

– Hay una frase muy buena que siempre decía Diego (Martínez): “No es una carrera de 100 metros, es una maratón“. Necesitamos tener paciencia, yo sé que es difícil pedirla, pero necesitamos enfocarnos y yo lo que quiero es que la gente se identifique con el equipo que formamos. Los resultados van a venir, pero necesitamos conformar un plantel que genere en la gente ganas de venir a la cancha. Eso es a lo que a mí me compete, crear ese compromiso, que los jugadores quieran jugar acá y que Ferro sea su lugar en el mundo.

– Vamos a suponer un escenario contrafáctico, en el que vos tenés la posibilidad de viajar al pasado y decirle al Juan de chico las dos cosas que le van a pasar en su vida: que va a ser jugador del club que ama y que después va a tener la posibilidad de entrenarlo. ¿Qué le dirías?

– Que se prepare. Que se prepare porque es una doble responsabilidad y estoy para cumplir el sueño de todos, como el mío también.

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