Guiñazú: “Desde que arrancamos, ningún equipo nos ha superado”
Mientras el plantel se prepara para volver este lunes a los entrenamientos tras el fin de semana libre a raíz del parate del torneo, Luciano Guiñazú brindó una entrevista en la que realizó un balance de lo que fueron las nueve fechas que comandaron como Cuerpo Técnico, explicó los cambios que mostró el equipo en relación al último proceso y detalló su rol como ayudante de campo de Jorge Cordon.
– Luciano, terminó la primera rueda. Desde que ustedes asumieron, Ferro tuvo una levantada muy importante: sacó 18 puntos de los 27 que hubo en juego y pasó de los últimos puestos de la tabla a mirar con otra expectativa la segunda parte del certamen. ¿Por qué crees que se llegó a este momento?
– Estamos en una buena forma. Hemos salido de un lugar que tampoco era merecido, creo que en el comienzo no se dieron los resultados. Cada entrenador tiene sus maneras de ver el fútbol y nadie tiene la verdad, pero desde que Jorge asumió logramos sacar puntos porque creo que acertó en cómo había que jugar de acuerdo al plantel que se tiene. Los jugadores han respondido muy bien, estamos agradecidos, y también me parece que hemos contado con una cuota de suerte en algunos encuentros para sacar determinados puntos. El momento que atraviesa Ferro es gracias al esfuerzo, la intensidad y la mancomunión que existe en el grupo.
– ¿Qué aspectos creen que lograron cambiar en el equipo? En el apartado defensivo, previo a que ustedes asumieran el mando, se notaba cierta descompensación al marcar en ataque. ¿Si tuvieses que mencionar dos o tres aristas en las que crees que el plantel hizo un click, cuáles serían?
– Principalmente, el que estás mencionando. Notábamos que había una intención de juego muy buena, pero a la hora de la pérdida y las transiciones el equipo quedaba expuesto, muy abierto. Con 50 metros a espaldas de los centrales, si no estás sincronizado, es posible que pagues alto el precio de ir a buscar constantemente el partido. Creo que ese cambio con respecto a la recuperación de la pelota ha sido fundamental en la mejora. Otro pilar ha sido la reacción: cuando nos convirtieron, hemos demostrado varias veces fortaleza para revertir el resultado.
– En ese sentido, Ferro se ha repuesto de una desventaja en los últimos tres partidos (NdR: Racing de Córdoba, Deportivo Riestra y Aldosivi). ¿Esto puede provenir de un mensaje que bajan como Cuerpo Técnico, el no rendirse frente a la adversidad, o lo ves como una cuestión natural que generó el grupo?
– El mensaje se baja, Jorge hace mucho hincapié en eso. Por otro lado, en el fútbol profesional un gol del rival o errar uno propio no puede darte el permiso para agachar la cabeza: esto debe estar en la mentalidad del jugador y sobre todo en el futbolista de Ferro, que tiene que ser uno de los animadores del torneo. Podés tener buenas individualidades, pero sin esa actitud, sin el esfuerzo aunado con el talento, todo se diluye. Esa mentalidad se contagia, y los jugadores lo han entendido muy bien.
– Te hago esta pregunta porque en los largos años que lleva Ferro en la categoría, uno de los mayores déficits que tenían los equipos del Club era la complejidad para remontar resultados al recibir un primer golpe.
– Es pesada la losa de estar tantos años en la categoría, y a veces lo que pasa afuera contagia a lo que sucede dentro del campo de juego. Eso no debería ocurrir, pero somos seres sociables y no podemos abstraernos del contexto. Lo que tenemos que hacer es entrenar estos aspectos día a día para que cuando el resultado no se dé como esperamos, cuando el rival sea mejor que vos, uno nunca deje de lado el esfuerzo hasta el pitido final. A la larga, el público, tus compañeros y vos mismo lo vas a reconocer.
– Vamos a lo numérico. En la primera rueda se dio una estadística algo anómala para Ferro en las últimas décadas. El Club solía hacerse fuerte como local y las mayores carencias se veían cuando salía a jugar como visitante. En estos meses se dio lo contrario: es el mejor equipo de la zona jugando afuera de casa y uno de los que tiene peores registros haciéndolo de local. ¿Estos datos son obra de la casualidad o existen cuestiones que han llevado al plantel a hacer mejor su trabajo como visitante?
– En los últimos partidos que jugamos afuera, los rivales tenían la obligación moral de ir a buscar el resultado por la posición en la que se encontraban en la tabla. Quizás cuando teníamos la pelota, encontrábamos más espacios en ataque que cuando jugamos de local, donde los equipos en general se refugian, hacen bloques bajos y cuesta más perforar defensas. Creo que deberíamos hacer el análisis cuando termine el torneo y ahí podremos determinarlo mejor.
– De cara al partido con Gimnasia de Jujuy, ¿se trabaja pensando en la posibilidad de que el rival plantee un partido con pocos espacios?
– Uno cuando prepara los encuentros, estudia lo que hicieron los contrincantes en sus últimos duelos. Pero la realidad es que no sabemos si Gimnasia de Jujuy vendrá a hacer una presión alta o si elegirá no exponerse para cuidar más su arco. Se entrena para vulnerar al rival según tres maneras en las que puede llegar a disponerse: apretando arriba, presionando un poco más atrás o directamente en el borde de su área. Uno constantemente trabaja siguiendo estas posibilidades: planeamos distrair de un lado, atacar por el otro, con un jugador que haga una diagonal para recibir o como mensaje para otro compañero que ingresa por detrás luego de arrastar un defensor. Después son detalles: que el pase llegue con la velocidad y al lugar indicado, para que otro jugador se la pueda dejar de frente al compañero que entra. Y muchas veces esos detalles determinan los resultados.
– Desde que asumieron, determinaron un esquema que no cambió (NdR: 4-4-2), y salvo por lesiones que se dieron repitieron los mismos nombres en la formación titular. Esta identidad fue distinta al proceso anterior, donde los futbolistas rotaban más en el 11 inicial. ¿Esto puede haber ayudado a la confianza de los jugadores, el tener mayores garantías antes de salir a jugar?
– Como los resultados se dieron, pareciera que uno tiene la razón. Disfrutamos el momento y estamos agradecidos a los futbolistas. Creo que cuando Jorge asumió, pensaba que había que disponer esa alineación, y notó que más allá de la derrota inicial con Independiente Rivadavia, el equipo había respondido. Lo bueno que tiene el plantel es que los futbolistas que han ingresado entregaron soluciones. Por ejemplo, en el último partido, pero especialmente en los trabajos que la gente no ve en la semana. La buena performance de Palacio y de Núñez logró que no se sintieran las ausencias de Herrera, Colombini y Díaz. Esa competencia sana que se formó, con todos los chicos trabajando de gran manera, es importantísima para el buen sostenimiento del plantel, porque el torneo es largo e incomodidades como lesiones o tarjetas van a seguir apareciendo. Esto los jugadores lo tienen muy en claro.
– Les dieron la posibilidad de jugar a chicos que venían muy relegados. Los casos de Martín (Campos), Luciano (Jachfe), Gastón (Moreyra), Walter (Núñez), Andrés (Galetto), y los de Martín (Rodríguez) y Kevin (Vázquez), quizás los que más venían actuando en el proceso anterior pero que con ustedes también se consolidaron. Son 7 chicos del Club que vos conocés bien. ¿Cómo los ves?
– Principalmente, estamos convencidos de que son buenos jugadores, y Jorge no les va a regalar nada sean del Club o de afuera. Tenemos la ventaja de conocerlos más que otros técnicos que vinieron de afuera, son muchos años de ver el crecimiento de los futbolistas. La convicción fue toda de Jorge: con Aldosivi iniciaron en el equipo cinco jugadores que salieron de nuestras Inferiores, y es un motivo de orgullo para Ferro, por el trabajo que se hizo y se hace en las divisiones juveniles. El Club históricamente sacó futbolistas, es una marca registrada, por ende estamos muy contentos con sus rendimientos.
– ¿Cómo ves la segunda rueda del torneo? ¿Cómo lo ves a Ferro de cara a lo que viene?
– Nos vemos muy bien. Es un torneo muy parejo: si observamos la tabla, el último equipo gana dos o tres partidos y ya se puede meter a pelear por la zona de reducido. Y si el primero los pierde, sucede lo mismo. Nos veo bien en lo futbolístico, en lo anímico, en lo físico. No he visto ningún equipo que nos haya superado en ese aspecto desde que arrancamos el proceso, y esos tres factores son fundamentales si queremos aspirar a cosas importantes.
– Está abierta una ventana del mercado de pases. ¿Están buscando algún puesto en especial o creés que el plantel tiene lo que necesita?
– Estamos contentísimos con el plantel, si el entrenador decide que podemos sumar un futbolista que nos aporte un salto de jerarquía, lo tomará, y sino seguiremos con estos enormes jugadores, con estas buenas personas que tenemos.
– ¿Cómo es tu rol en el día a día? Si tuvieses que describir tu tarea, ¿cuál es el trabajo en el que más te enfocas como ayudante de campo y tu mayor aporte a la dinámica del cuerpo técnico?
– Somos un grupo de trabajo que se compone de una persona que tiene la decisión final, que es Jorge. Uno como ayudante de campo debe tener eso clarísimo: por más que pienses que los jugadores que eligió el director técnico son los equivocados, si no comprendés que la última palabra es del otro, no podés estar al lado del entrenador. Cuando él me dice ‘este es el 11, ¿qué te parece?’, si creo que tengo que decirle algo, opino, porque le puede servir y tengo que darle todas las herramientas que me pida, ya sea en esa situación o cuando quiera armar un entrenamiento. Lo mismo me gustaba que pasara conmigo cuando yo era entrenador principal, también tenía charlas con los ayudantes y el preparador físico. Yo estoy a disposición, pero una vez que él decide cómo quiere ejecutar, eso es lo que se hará. Así se construye la confianza. Él, particularmente, es una pers0na que escucha mucho. Tenemos una relación muy buena, muy amena, donde las cosas que nos decimos siempre son para reflexionar y debatir cómo podemos hacerlo mejor. Mi día a día se trata de apoyar a los integrantes de nuestro grupo de trabajo para poder brindarle al futbolista todas las herramientas que necesite.
– Mencionaste la chance que te dio el Club de ser el primer entrenador en el final del año pasado. Tuviste un período corto, con una experiencia muy distinta porque asumiste el mando de un plantel que ya estaba encarando las últimas fechas del torneo. ¿En qué te marcó ser el director técnico de la Primera División? ¿Cómo te ayudó a llegar al puesto que ejercés hoy?
– La ayuda que estás manifestando sobre el lugar que ocupo hoy, me la ha dado Jorge. Cuando yo estaba en Estados Unidos y él fue nombrado coordinador de Inferiores, en 2016, me dijo que si yo quería volver a la Argentina, iba a hacer todo lo posible para darme una categoría de Inferiores. Después de ese gran espaldarazo, decidí volver al país tras 15 años de vivir afuera y transité mi carrera como entrenador en el Club. El interinato de la última temporada lo tomé muy bien, de manera muy natural. Les agradezco muchísimo a los futbolistas por el respeto con el que me trataron durante esos dos meses. Creo que podíamos haber tenido una buena alegría, fueron cinco partidos en los que el equipo arrastraba un clima de derrota por malos resultados previos y estuvimos cerca de dar una sorpresa, cerramos bien el año. Rescato también el respaldo de los directivos que pensaron en mí para esas cinco fechas.
– Si tuvieses que mencionar las principales diferencias entre tu vida en los Estados Unidos y la que llevás acá, ¿cuáles serían?
– Es otra cultura, otra manera de entender la vida. Yo estuve en un lugar multicultural, como lo es el norte de California, en el área de la bahía de San Francisco, donde es un poco distinto al corazón de los estadounidenses y uno se siente más arropado, contenido. Hay mucha gente de Argentina, muchísimos mexicanos, brasileños, peruanos, colombianos y centroamericanos, lo que te acerca más al sentimiento de familia y amistad. Pero yo siempre digo: siempre y cuando se pueda estar medianamente bien, con las necesidades básicas cubiertas, este país es hermoso para vivir. Tenemos mucho para aprender de esos países, donde hay mucho orden y organización, pero también la economía funciona mejor, entonces es difícil comparar.
Allá, a las 7 de la tarde ya está todo el mundo cenado, y acá a esa hora llegamos a casa y queremos empezar a vivir, y eso se siente mucho. Ellos viven para trabajar, de alguna manera, y nosotros somos más de trabajar para vivir. El choque cultural es grande, pero siempre otra cultura te hace ver las cosas de otra manera. Aprendí mucho de su organización, me hizo darme cuenta que no solo por jugar al fútbol uno puede ser entrenador, hay que prepararse mucho y continuamente, porque esto evoluciona muy rápido. Me traje la educación de seguir formándome, investigando y siendo curioso, porque es una manera de ratificar las creencias de uno o rectificar lo que se pensaba para cambiar la mirada.