Claudio Valz: “Este grupo humano juega con el corazón”
A dos meses de haber sido confirmados como Cuerpo Técnico de la Primera División, el ayudante de campo de Jorge Cordon valoró la calidad humana que encontró en el plantel para contrarrestar la situación en la tabla de posiciones, ponderó la estructura del Club para el desarrollo de las divisiones inferiores y al referirse a los juveniles que se asentaron como titulares, aseguró: “Confiamos mucho en ellos, porque en sus categorías atravesaron situaciones límites donde nos demostraron su personalidad”.
– Claudio, pasaron 12 fechas desde que asumieron la conducción del plantel. ¿Cómo ves al equipo y en qué creés que mejoró para salir del fondo de la tabla?
– Los jugadores están en un muy buen momento y Jorge es un gran líder de grupo. Creo que los triunfos nos fueron llevando a que mejoraran la confianza, a cambiar la energía, a que el trabajo se hiciera más ameno. Más allá de la impronta que le hayamos podido brindar como Cuerpo Técnico, quedó reflejado en este último tiempo que tenemos un gran plantel. Nosotros veíamos que en las primeras fechas el equipo tenía buenas intenciones de juego, pero a veces quedaba desprotegido y vulnerable. Hicimos hincapié en esos aspectos, los futbolistas lo entendieron y se entregaron al máximo. Cuando está el apoyo dirigencial, y Cuerpo Técnico y plantel están aunados, se empiezan a generar cosas positivas.
– ¿Cómo ves parado a Ferro en el torneo, con 14 jornadas por delante y el objetivo primario de mantenerse dentro de la zona de reducido?
– Después de haber salido de un lugar tan complicado, la meta debe ser tratar de estar siempre entre esos ocho mejores equipos. Ahora bien, si sumás tres, cuatro victorias, te posicionás más cerca de Independiente Rivadavia, de Chacarita… pasa un poco por ahí, ellos también contaron con rachas muy buenas.
– Si te tuvieses que describir, ¿cómo es Claudio Valz?
– Hablar de uno es complejo… Soy un profesional, trabajo con pasión y le voy a entregar al Club lo mejor que tengo, porque me formé acá y lo quiero mucho.
– Mencionás el sentido de pertenencia, estás hace muchos años en el Club. ¿Qué significa Ferro en tu vida?
– Llegué a los 12 años. Crecí con la categoría 1971, en la que también estuvo Jorge. Roxana, madre de mis hijos y con quien convivo hoy, me venía a ver jugar a Pontevedra cuando estaba en las Inferiores. Yo trabajaría como corresponde en cualquier lado, porque soy profesional y vivo de esto, pero en esta Institución tengo un plus más por el cariño y las situaciones vividas.
– La profesión lo lleva a uno a intentar perfeccionarse, hasta quizás a obsesionarse con la mejora. ¿Podés desconectar en algún momento, tenés la posibilidad de llegar a tu casa y disfrutar de otras cosas de la vida?
– Yo soy un poco obsesivo, me cuesta desenchufar. La que hoy es mi compañera de vida me conoció como pibe de barrio, como futbolista, después como director técnico… me banca bastante, está acostumbrada. Ahora le hago un poco más de lugar a mi nieto, que tiene dos años y medio y es mi cable a tierra. A pesar de que tengo 52 años, mi hijo de 28 ya me hizo abuelo, entonces ellos me ayudan a disfrutar. Pero vivo pendiente de lo que hago: miro partidos, analizo, planifico, necesito consumirlo todo el tiempo. Trato de hacerme tiempos chicos para desconectar.
– ¿Sentís que te podés llegar a haber perdido de algo en estos años por tu obsesión con la profesión?
– Uno trabaja de lo que le gusta, somos gente privilegiada. A mí no me cuesta nada levantarme a la mañana, me despierto con una sonrisa. Para otra gente que no labura de algo que les apasiona, les es más difícil. Y no te hablo de esto porque ahora entreno a la Primera División, me pasó también en Inferiores, o en una escuelita de fútbol. En el plantel profesional tenemos un montón de chicos que pasaron por nuestra tutela en las divisiones juveniles y saben de nuestro compromiso con la causa.
– ¿Modificó algunas de tus tareas diarias el pasar de comandar una categoría de Inferiores a ser asistente técnico en la Primera División?
– La formación es algo que me gustó siempre. El enseñar. Yo te voy a entregar y a transmitir todo lo que sé, sea mucho o poco. Y creo que los chicos entienden que uno vive para que ellos mejoren y tengan la chance de ser profesionales. En lo personal, me cambió un poco la metodología y los manejos, se trabaja diferente en divisiones juveniles. Después, en lo que respecta al fútbol, son 11 contra 11 y el que hace más goles gana.
– ¿Qué herramientas tiene Ferro para brindarle a los jóvenes que quizás otros clubes no poseen? ¿Qué le posibilita al chico que sueña con convertirse en profesional?
– Nosotros llegamos en 2016. Desde entonces hasta acá, siempre vimos un crecimiento en el Club. Hay dirigentes que se preocupan por los chicos, hay gente laburando a destajo en la Pensión, hay entrenadores que trabajan muy bien. Ferro te posibilita, entre las instituciones que hoy militan en el Nacional B, una de las mejores estructuras para desarrollarse. Con clubes como San Lorenzo, Boca o River, podemos estar unos escalones por debajo. Pero si miramos nuestra infraestructura, tenemos dos canchas de sintético -y una recién inaugurada-, y el hermoso predio de Pontevedra, que ahora se está buscando terminar de acondicionarlo. Me parece que si no somos la mejor Institución de la categoría, estamos en esa franja. Y ni te hablé de la inmensa vida social, porque Ferro no es solo fútbol, el fútbol es una de las tantas disciplinas.
– Cuando ustedes fueron confirmados como nuevo Cuerpo Técnico del plantel profesional, en la conferencia de prensa el Presidente dejó en claro que iban a estar abocados exclusivamente a la Primera División. En este sentido, las divisiones juveniles quedaron en manos de gente conocida por ustedes. ¿Cómo es el contacto diario con ellos, y cómo ves el camino que se está siguiendo con la nueva conducción?
– Sí, recuerdo las palabras del Presidente. Nosotros creemos que la Primera no puede estar separada de las Inferiores, porque Ferro debe tener un proyecto integral, con jugadores de la cantera en el plantel profesional, como sucede hoy. Por eso siempre estamos viendo de reojo a las divisiones juveniles, intentando observar sus partidos al igual que los de la Reserva, teniendo conversaciones para saber en qué estado se encuentran algunos chicos, o trayéndolos a entrenar con el plantel para que vayan agarrando otro tipo de roce. Quienes conducen las Inferiores son conocidos nuestros, estamos muy felices por ellos y cuando todos tiran para el mismo lado es más fácil que lleguen los buenos resultados.
– Si tuvieses que hacer una comparación de tu anterior proceso en Primera División (NdR: ayudante de campo de Cordon, en la temporada 2019-20 hasta principios de 2021) con este: hubo una pandemia en el medio, ¿cómo cambiaste vos en tu rol?
– La pandemia fue algo groso, afectó duro a mucha gente, en mi caso gracias a Dios no. Antes de la pandemia veníamos haciendo un gran campeonato, cuando se reanudó el torneo tuvimos baches, y en el reducido creo que no pudimos capitalizar las chances que tuvimos en el partido ante Atlanta en Vicente López. Me parece que nos hemos potenciado en los dos años que regresamos a la conducción de Inferiores. Si vamos a la lógica, uno va creciendo en la vida y hoy deberíamos estar mejor parados en cuanto a capacidad.
– ¿Ese crecimiento se puede palpar en el hecho de que el equipo apenas haya perdido dos de los 12 partidos?
– Los protagonistas son los jugadores. Ellos creyeron en este Cuerpo Técnico encabezado por Jorge, quien siempre ha sido de la misma manera: una persona con mucha tranquilidad, noble y que quiere mucho a Ferro. Yo creo que los futbolistas captan eso, el sentido de pertenencia de uno y la confianza que se les entrega. Tenemos un plantel muy rico y apenas asumimos les dijimos que no merecían la posición en la que estaban. Seguro algún porcentaje nuestro debe haber, pero el mérito es de ellos porque mostraron toda la valentía y las agallas de laburar para salir de esa situación. Estamos contentos y felices porque contamos con un excelente grupo humano, que juega con el corazón.
– Se te ve muy activo en los partidos, siempre hablando con Jorge y en ocasiones con los jugadores. ¿Eso habla de tu personalidad? Y en lo que respecta a la división de tareas en el Cuerpo Técnico, ¿te enfocás en algo en especial?
– Con Jorge y Lucho (Guiñazú) nos conocemos hace tanto tiempo que solemos distribuir los roles contemplando que cualquiera puede ocupar la tarea del otro. Jorge observa los partidos del rival de turno, nos dice qué necesita y entre los tres le damos forma a la semana. A veces yo me aboco a los trabajos defensivos, otro día lo hace Lucho. Nos manejamos con mucha confianza. Cuando uno es ayudante de campo, le tiene que transmitir al técnico principal lo que está viendo y después el entrenador decide. Pero nunca me voy a guardar nada, sea de la táctica del contrincante, de la nuestra, por dónde podemos herirlo o viceversa. Es un equipo de trabajo en el que hay un líder, que nos da participación y nos hace sentir importantes.
– Este es un plantel con muchos futbolistas de experiencia, pero desde que ustedes llegaron les dieron la posibilidad de jugar -y de asentarse en el once inicial- a jugadores que viste crecer, y que dirigiste en Cuarta División. Luciano Jachfe, Martín Rodríguez, Gastón Moreyra, Martín Campos, también Kevin Vázquez, Andrés Galetto, Walter Núñez… ¿Qué te genera que hoy, gracias a ustedes, estén representando al Club en el alto nivel?
– Orgullo sano, porque son chicos que queremos mucho. Ellos trabajaron, se esforzaron, y nosotros pudimos entregarle herramientas para que hoy sean una parte muy importante del plantel. Confiamos enormemente en ciertos jugadores porque en sus categorías nos han demostrado que sobresalían y estaban acostumbrados a jugar finales, a salir campeones en Cuarta, en Reserva. Pero más allá de obtener títulos, atravesaron situaciones límites en instancias decisivas donde emergieron su carácter y su personalidad. Creíamos que si les brindábamos nuestra confianza, en Primera podían andar muy bien, como Moreyra y Campos, que son los que más han jugado.
– Moreyra y Campos se han afianzado en lugares donde hay mucha competencia, habiendo jugadores importantes que se recuperaron de sus lesiones. ¿Eso quizás resalta más que puedan seguir rindiendo de esta manera como titulares?
– Sí, como es el caso de Lucho Jachfe o de Vázquez, que también jugó bastante desde el arranque. Como el grupo es tan sano, a los chicos les hizo bien que futbolistas con otra experiencia y de gran nivel los hayan respaldado. Realmente acá hay un grupo muy bueno de jugadores y de seres humanos, y eso a los jóvenes los ha ayudado.