“Estoy preparado para pelear con un dragón”
-Podría decirse que nos salvó David (Achucarro). Convirtió ese último penal contra Boca Unidos por Copa Argentina, pasamos de ronda y desde ahí el equipo cambió de un día para otro, se dieron tres triunfos consecutivos y si sacamos dos buenos resultados en Mendoza y Córdoba y después tres seguidos de local, quien te dice, hasta aparecemos en la pelea de arriba.
-Este campeonato es medio así. Fijate que Santamarina después que empató con nosotros, ganó siete partidos seguidos y eso te da la pauta que es muy parejo todo y, fijándonos en nosotros, hicimos un quiebre, hubo un cambio, el equipo apareció y ellos (los jugadores) se dieron cuenta que se tienen que convencer para jugar al fútbol y por suerte hemos encontrado una regularidad que nos faltaba. El otro día nos desesperamos un poquito, estuvimos imprecisos en defensa, sobre todo en el orden que veníamos teniendo pero, bueno, mejoramos adelante. En un equipo tiene que mejorar todo. Pero sí estamos tranquilos y seguros que estos muchachos se entregan a pleno a la hora de entrenar y de jugar y eso se ve reflejado en los resultados que a la larga tenían que aparecer porque, sinceramente, trabajaron mucho y uno lo percibe, lo ve y me pone contento por ellos.
-Es un efecto contagio también, porque el pibe que entra rinde como los que están jugando y tal vez antes ingresaba alguno desde el banco y le costaba meterse en el partido. Ahora entra, se acomoda como Aragón, Medina, chicos jóvenes…
-Sí, tratamos de trabajar con todos los jugadores. Que todos sepan lo que hay que hacer en algún momento porque nosotros tenemos un equipo corto. Fijate que tenemos 21 chicos de inferiores y 10 jugadores grandes, con experiencia digamos y el otro día (frente a Boca Unidos) tuvimos a diez chicos entre el banco de suplentes y los titulares; contra Los Andes hubo once y eso es muy importante. Por ahí no se nota, la gente quiere ganar, pero se está viendo. A mí me llena de alegría, porque yo vengo de Inferiores y jugamos con un equipo, para mí uno de los dos mejores, Boca Unidos, más allá de los nombres por el rodaje que tienen en la divisional y algunos en Primera caso Vizcarra, Bardaro, un equipo de hombres, bien ordenado, que sabe a lo que juega y que juega bien y, bueno, pudimos estar a la altura y ganarlo con chicos del Club y eso es muy importante.
-¿Qué habría que mejorar en lo inmediato?
-Lo que nosotros esperamos es la madurez, y eso por supuesto, lleva tiempo. Por suerte, como decís vos, entra uno y sale el otro y por ahí se nota poquito. Pero eso es a medida del trabajo, de los partidos que van pasando. Ojalá sigamos conservando este rumbo.
-Si se logra mantener esta regularidad, después para el tramo final vas a tener a Ezequiel Pérez, que no es poco.
-Sí, por supuesto. Estamos esperándolo a Ezequiel que es un jugador que técnica y mentalmente es muy rápido, pero bueno Eze está superando lo que le pasó, esa mini operación que le tuvieron que hacer, lo del nene también que tuvo una pasada difícil pero por suerte ya está bien y se recuperó. Y bueno, lo estamos esperando con tranquilidad. A los lesionados igual, tenemos varios averiados y hay que tratar de recuperarlos (Casais, Castro y Alderete) rápido porque somos un equipo corto y los necesitamos a todos y más que nada porque vienen tres partidos importantes para nosotros por el Promedio.
-Sí, seguro, pero además ganando te posicionás mejor, porque se pueden ganar tranquilamente, son equipos accesibles y después tenés tres consecutivos de local… ¿A qué atribuís el cambio de Víctor Gómez, Coll y Bazán (que recuperó el nivel del año pasado), el crecimiento que demostraron en los últimos encuentros?
-Y sí, el cambio primero fue con Bazán. El compromiso que asumió cuando hablamos con él, que le dije lo que yo percibía, que estaba capacitado para hacer lo que nosotros le pedíamos. Era un compromiso moral, con él mismo. Que él lo demostró porque jugó en la Primera de San Lorenzo, entonces perfectamente lo puede hacer en cualquier lugar. Un jugador muy importante, clave para nosotros y la verdad que Gonzalo ha cambiado, ha madurado y eso es muy valioso para él, para el equipo y hoy se nota. El caso de Isra, es un jugador muy joven como Vernetti, que necesitan tiempo y es lógico. Isra hizo una meseta alta y después la empezó a bajar cuando se habló de River y esas cosas, sobre todo en el jugador joven, marea, te desestabilizan (no porque sea el caso suyo, en general) y para cualquier futbolista que tiene una edad de 19, 21 años es difícil mantener esa concentración. Hoy un jugador se muestra en tres partidos buenos y lo venden a cualquier lado. Pero hay que tener los pies sobre la tierra, jugar todos los partidos, metérselo en la cabeza… como yo les digo: cualquiera puede jugar en Primera. Yo, ahora mismo, entro 10 minutos. El tema es mantenerse. Eso es lo más difícil en el fútbol, tener una regularidad y jugar todos los partidos. Por suerte el grupo sabe dónde apuntamos; los más grandes tratan de apuntalar a los más jóvenes y nosotros también estamos encima, porque creemos que es la forma. Estamos hablando del equipo, no hablamos de la parte individual. Por supuesto que cada uno en su parte individual contribuye con el equipo, y vamos por el buen camino. Hay que seguir así y no pensar que porque ganamos tres partidos ya somos los mejores. Tenemos un objetivo claro, todos, que es zafar del descenso. Nos habíamos fijado antes de Unión de Mar del Plata sacar 15 puntos en estos 5 partidos y logramos 9 y nosotros nos habíamos propuesto sacar 10 u 11 pero igual estamos contentos con eso…
-Bueno, pueden seguir sumando ahora con los próximos cinco partidos…
-Por supuesto. Ojalá. Pero sabemos que es difícil, que hay lesiones, hay jugadores con cuatro amarillas, Andy (Alderete) que también le falta para volver… por eso para formar el equipo cada fin de semana es difícil y vamos viendo en los entrenamientos las molestias que van acumulando los jugadores, el cansancio, los golpes y siempre tratamos de armar con lo mejor que tengamos.
-¿Qué faltaría corregir desde lo técnico o lo táctico que vos veas haya falencias, si tuvieras que hacer hincapié en algo?
-Corregir en defensa. Como en el partido con Los Andes la pelota aérea, que nos volvieron a hacer un gol y el otro día también, ese penal que nos hacen y el gol… pero hemos mejorado en ataque que era en lo que estábamos fallando. La verdad que el gol que hacemos, el segundo, es un gol lindo porque los dos delanteros están en el área y Franco Aragón se la tira bárbaro al Pupi y Pupi se la baja a Víctor y siempre hay que mejorar cosas. Acomodás algo y se te desacomoda del otro lado, en el medio campo el otro día no presionamos bien con los dos cinco y por eso fue el cambio y siempre en un equipo tenés que acomodar. Lo importante es que acá los muchachos tienen buena predisposición para hacerlo y eso es fundamental.
-Tener a Gómez en el banco habiendo convertido tres goles en los últimos dos partidos
te mete presión o lo querés preservar para el segundo tiempo.
-No. Fijate que acá a todos les tocó salir y todos salieron. Que en el banco contra Boca Unidos estaban Albil, Mozzo, Sainz, Frontini, el Pupi… les tocó salir a todos. Pero un equipo se hace así. En mi forma de ver, un equipo se hace cuando todos dan una mano. No gana uno solo: ganamos todos o perdemos todos y nos tenemos que hacer cargo. Por eso el grupo está bien y está demostrándolo. Me pone contento lo de Víctor, porque los delanteros viven del gol y él lo estaba necesitando y ahora está muy concentrado y todos estamos contentos porque hizo tres goles seguidos.
-Cuando estabas en la mala racha, pensaste, se te pasó por la cabeza dar un paso al costado. Si por ejemplo perdías ese partido por la Copa Argentina…
-No, no. Yo nunca pensé en eso. Sí, por supuesto, me considero gente del Club y nunca le voy a hacer un mal a Ferro. Pero creo siempre en mis condiciones, en mi cuerpo técnico y mis jugadores y en el grupo de trabajo que formamos. Siempre estuve convencido y siempre se los estuve diciendo a ellos constantemente: que confíen en ellos porque así se salía adelante. Lo que pasa es que acá, y esto lo vengo explicando desde hace un tiempo, había jugadores que quedaron muy golpeados del año pasado, esos seis o siete futbolistas que se quedaron. Fijate que podían ascender cinco y salieron últimos de veintidós equipos, entonces fueron muy hostigados por la gente y eso crea inseguridad, crea acostumbramiento a perder. Nosotros tratamos de recuperarlos y ellos con mucho entusiasmo, ganas, voluntad, sacrificio, lo están logrando. Y eso es muy importante y se tienen que dar cuenta que lo pueden hacer, porque hemos revertido muchos partidos, sobre todo estos dos últimos. Lo que necesitamos es más tranquilidad y orden cuando jugamos de local. El público por ahí te lleva a la desesperación y nos falta controlar un poquito más eso.
-Bueno, pero generalmente son dominadores acá en Caballito. Se hace el gasto y se van a buscar los partidos que es lo que quieren todos.
-Sí, si, pero el otro día tuvimos algunos errores defensivos: por ejemplo “Achu” tiró una pared por el medio y pasó al ataque y el no lo puede hacer, porque él tiene que estar marcando. Para eso pusimos un equipo muy ofensivo y los defensores tienen que cumplir con defender. Pero son jugadores muy jóvenes, los centrales tienen 24 y 23 años, Sainz y Achucarro y por ahí la gente desde afuera no lo sabe y son pibes que necesitan partidos y necesitan tiempo. No son excusas, es la realidad: tenemos un plantel muy joven y si siguen así, manteniendo este plantel, va a dar que hablar.
-Cómo viviste fuera de Ferro, en el día a día, toda la etapa mala y esta etapa buena. ¿Cómo se conforma tu familia, qué hacés fuera del fútbol?
-No, y sí, mirá, yo hace mucho que la vengo peleando. Estoy casado, tengo dos hijas mellizas de 13 años que vienen cuando pueden, poco pero vienen porque ellas están en Gualeguaychú. Yo estoy viviendo solo acá en Buenos Aires y es un sacrificio enorme que hace mi familia; hace años que lo vengo haciendo como ayudante de campo, después como Coordinador de Inferiores, ahora como Técnico, por eso estoy convencido de lo que estoy haciendo.
-¿Y cuándo vas para tu Provincia?
-Después de los partidos cuando puedo, sino no voy, o vienen mi señora y mis hijas… por eso yo estoy preparado para pelear con un dragón, esa es la realidad. Mucho sacrificio hace mi señora y tengo bien claro lo que quiero en la vida y bien claro lo que quiero como técnico, lo que quiero para mi familia y el esfuerzo que hace mi familia por mí, así que es muy difícil que me caiga.
-Y la gente te quiere.
-Sí, por supuesto, yo lo percibo. Lógicamente que hay gente que no porque esto también uno entiende que es político pero bueno, hay gente que se que me quiere y me putea igual porque sé que es político.
-Va a insultar cuando pierde, pero cuando gana va a aplaudir.
-Igual los quiero a todos, porque sé que en el fondo me quieren porque yo quiero a Ferro.
-Hace muchísimos años que vemos entrenamientos; hemos visto también entrenar a otros equipos, pero vemos todo tan organizado en este cuerpo técnico: cada uno sabe lo que tiene que hacer, con el grupo que trabaja, todo muy disciplinado, muy ordenado, cada detalle cuidado, no sé, parece Griguol con tecnología.
-Y bueno, yo “mamé” esto desde chico. Con el CAI, con el “viejo”, mamamos esto. El orden y la disciplina la seguimos manteniendo a pesar que ahora están los celulares, las computadoras, pero pregonamos por el orden y el respeto que es lo que buscamos y a lo que apuntamos, porque estamos convencidos que a partir de ahí se arman los equipos. Y por suerte tengo un cuerpo técnico bárbaro, que cada uno cumple una función y la verdad que está todo bien y tenemos que seguir así.
¿Qué edad tenés, Marcelo?
-49
-¿Te tratan de vos o de usted los jugadores?
-No, no… que se yo. Me dicen Marcelo, eso es lo de menos. Y yo a ellos también, los llamo por el nombre. Porque han cambiado mucho los tiempos. Sí les digo cosas cuando no nos gustan.
-Sos de meterte también en la vida privada como hacía Timo: “no te comprés un auto si no tenés un departamento”…
-Sí, tratamos de decirles eso. Tratamos.
-Siguiendo los mandamientos de Carlos y poniendo sus ejemplos o como cosa de ustedes.
-De las dos maneras. Por ahí le contamos que cuando Oscarcito Acosta un día se apareció con una coupé Ford Sierra y el viejo lo sacó del equipo y le dijo que si no la vendía no jugaba más. Imaginate que eso hoy no se podría hacer, porque si es un jugador que tenés que vender, te metés en un problema. Pero trato de decirles que se compren un terreno, que traten de ahorrar. Porque el auto, hace frío como hoy y lo tenés en la cochera y te tienta salir, cuando vos no tenés el auto y no salís porque tenés frío, te terminás cuidando. Para llegar hay que comer bien, hay que alimentarse, descansar bien. Así cuando ganás podés salir y les decís que si perdés no vayan a un boliche, no vayan con una mina a algún lugar público…
-Y te hacen caso.
-Y, no sé si me hacen caso. Yo les doy el consejo acá, después el jugador convive en su casa y no sé sus costumbres y la gente que los rodea. Lo que sí les decimos es que ésta es una vida corta, que hay que aprovecharla, que tienen la posibilidad de ganar mucho dinero y por ahí te encontrás con un pibe de 18 ó 20 años que gana, 20, 30 mil pesos por mes y no creo que esté preparado para ganar esa cantidad de dinero porque a esa edad tendrías que estar estudiando o en la facultad y cualquier chico no lo gana. Entonces por ahí pasa ese click que te confunde y esos bajones anímicos, porque un pibe que tiene que
estar en el colegio o trabajando y ganando cuatro mil, cinco mil pesos no lo hace, y ellos ganan mucho más.
-Y esos juveniles que por ahí vos probaste, les diste una oportunidad y no los viste muy bien y volvieron a la cuarta o no tienen continuidad, ¿se pueden recuperar?
-Sí, por supuesto. Yo les digo siempre que si vos desde la quinta o la sexta, llegaste hasta acá, a entrenar con la Primera, es por algo. Lo que pasa es que al tener muchos chicos en la Primera y no tener Reserva, les estamos haciendo un mal: porque no hacen fútbol seguido, porque la Primera necesita más resultados, otros tiempos y entonces trabajás más específico con los que les toca jugar por eso se pueden perder detalles que les tenemos que dar a esos chicos y a veces es muy bueno que bajen a cuarta división para que los técnicos de inferiores les expliquen, les enseñen y sigan aprendiendo para volver a tener su oportunidad. Y es muy bueno que ellos sean ejemplo cuando bajan, eso es lo que queremos. Porque por ahí un pibe baja y se siente más arriba que el chico que está en inferiores: “me vas a decir algo a mí que yo estoy en primera” y no, no. Tu compañero tiene que ver que por algo estuviste o estás arriba. Entonces tenés que ser el jugador ejemplo: que no te expulsen, que no proteste, que no conteste, que sea positivo. Y esa es la manera de sacar jugadores y de tener el pensamiento como queremos nosotros de cómo comportarse en el Club que es tu segunda casa. Tratamos de estar en esos detalles que creemos que hacen a un profesional.
-La última. Buscarán un refuerzo. ¿Qué pedís o qué te ofrecen?
-Necesitamos un delantero porque se fue Martín Bordonaro pero sabemos que va a ser muy difícil conseguir un buen delantero, porque estamos a mitad de año y todo el mundo busca lo mismo. Si no se consigue nos quedamos con lo que tenemos y pelearemos con lo que tenemos.