Gracias, tribuna, gracias… *
Cómo estaba previsto, en la mañana de hoy comenzaron las tareas de desmantelamiento de la mítica tribuna local de madera, el altar mayor del Templo o cabecera oeste, si la queremos situar geográficamente dentro del predio donde se ubica el Estadio.
Hablar de la vieja estructura de hierro y madera es hablar de un recinto sagrado que albergó el corazón de sus hinchas y que vibraba cada fin de semana con el aliento de miles de gargantas sin importar si hacía frío, calor o llovía torrencialmente. Cada grito de gol, cada salto, cada canto, cada repiqueteo de un bombo quedó grabado a fuego en sus entrañas.
En el marco de los festejos conmemorando el 111° aniversario de nuestro club, varias generaciones de socios, hinchas y vecinos se dieron cita para despedir a la tribuna y darle las gracias por todos los sueños de niños que albergó remontando barriletes con piolines de ilusión, donde se cantó al mundo las ansias de grandeza que quedaron talladas en la memoria del tablón y el adoquín, y donde se sufrió la amargura del descenso para luego treparse dos veces al alambrado de la gloria.
Los viejos tablones de madera representan la historia misma del fútbol, un pedazo de nuestra historia institucional y personal. Pronto serán parte del pasado, pero jamás habrá posibilidad de olvidarlos. Los viejos duendes que moran en ellos afianzarán los bloques de cemento donde las nuevas generaciones seguirán alentando con la misma pasión cada vez que una camiseta verde pise un campo de juego.
Por toda la gloria pasada y por toda la que está por venir, desde el rincón más íntimo de los corazones verdolagas brota un emocionado ¡¡Gracias, tribuna, gracias…!!
Francisco M. Silva
*Título de un artículo publicado por la revista “El Gráfico” en 1974, luego del partido que por el Campeonato Metropolitano disputaron en cancha de Vélez Sársfield, Ferro Carril Oeste y Boca Juniors.