Pasión más allá de la distancia
Los 111 años de vida de nuestro club se componen de infinidad de historias, algunas de ellas, anónimas. De gente alejada del estrellato; de las marquesinas; de tapas de diarios y revistas; personas que dejan todo para alentar al verde juegue donde juegue; y de socios y simpatizantes que colaboran de manera desinteresada con la Institución.
Cuando el amor es de verdad no importa nada. No importa la distancia, edad, color de piel, idioma, ni clase social. Como Violeta Lorenzo, que viviendo a muchos kilómetros de distancia lleva en la sangre los colores de Ferro Carril Oeste. Violeta es fanática de Ferro, y va a participar en los Torneos Nacionales de Santa Fé representando a Mar del Plata.
La pasión nos lleva a hacer cosas que probablemente nunca haríamos, por más que la distancia se presente como un obstáculo, la pasión no se detiene. Su padre, un fanático de Oeste que por cuestiones laborales está radicado con su familia en la Ciudad Feliz, pero siempre que puede viene al Templo a ver al club de sus amores, le pidió a la Subcomisión de Gimnasia Artística una malla de la actividad para su hija, la que a parte de haber heredado la pasión por Ferro, es federada en gimnasia artística y participa por su club marplatense en los torneos nacionales y que Violeta, muy orgullosa, la utiliza para entrenar.
El amor, a pesar de la distancia, nunca se perdió. Porque el amor, es más fuerte.