Historia
El 28 de julio de 1904, un grupo de 95 empleados del Ferro Carril Oeste se reunieron en la oficina de cargas con un objetivo bien claro: fundar un club. Si bien estos hombres eran progresistas y emprendedores, no soñaron que de ahí surgiría, tiempo más tarde, uno de los clubes más importantes del país.
El club Ferro Carril Oeste es reconocido como una escuela deportiva. Pero no es sólo eso: desde su nacimiento fue un club con fútbol y no de fútbol, de la misma manera que su riqueza actual no está conformada únicamente por su destacada actuación en los deportes de alta competencia. Ferro es una potencia como institución.
En 1941, la entidad de Caballito, ubicada estratégicamente en el centro geográfico de Buenos Aires, contaba con 6.000 socios. En 1966 ya tenia 15.398 y en 1972 17.229. Y fue ese año, 1972, el del despegue definitivo, cuando por una exigencia de la Federación de Básquetbol de la Capital Federal (para jugar en primera división un club debía tener un gimnasio cerrado) se levantó la tribuna del estadio de fútbol, debajo de la cual se construyó el gimnasio Héctor Etchart y las instalaciones donde funcionan gran parte de las actividades actuales. Con esas ampliaciones – el Etchart fue inaugurado el 7 de octubre de 1972- creció notablemente el caudal de socios, hasta llegar a los 40.544 registrados en 1078. La historia no olvidará tampoco que el 26 de enero de 1964 se hizo cargo del club la Lista Verde, con el doctor Santiago Carlos Leyden como presidente, para formar una trilogía de idónea y jerarquizada conducción con Ricardo Etcheverri y Héctor Kriscautzky.
Hasta la década del ’80 el hincha verdolaga tenía como bastión en su orgullosa memoria aquel equipo de fútbol del 1959 que obtuvo el tercer puesto de la AFA: Roma; Mogaburu y Marzolini; Ríos, Balay y De Vita; Juárez, Berón, Acosta, Lugo y Garabal. Pero la seguidilla de grandes momentos hace innecesario recurrir a la historia lejana…
Esta nueva etapa empezó allá por 1976. León Najnudel se hizo cargo del equipo de básquetbol y casi al mismo tiempo Antonino Conti del de vóleibol. Fue el primer empujón, con la intención de realizar trabajos serios, con continuidad. Ese mismo año, Najnudel recomendó a un basquetbolista, de apenas 17 años, santiagueño de nacimiento: era Miguel Alberto Cortijo. Y tres años más tarde Ferro no tenía director técnico para su equipo de fútbol; el mismo Najnudel le dijo al secretario del club, Héctor Kriscautzky: “Por qué no lo traen a Carlos Griguol…”. Lo trajeron y el excepcional trabajo de Griguol pasó a ser un orgullo para el club.
León Najnudel condujo al primer equipo hasta mediados de 1983, cuando se fue a España para dirigir al CAI Zaragoza, luego de haber dejado un envidiable templo de básquetbol para la institución, y a partir de ese momento quedó como técnico Luis Alberto Martínez, que era su asistente. En el vóleibol el proceso resultó similar: Julio Velasco fue el técnico hasta que viajó a Italia y lo reemplazó Alberto Roitman, su ayudante; cuando Roitman se hizo cargo de la Selección Argentina, lo sucedió Raúl Lozano que, por supuesto, era su segundo. Coherencia, que le dicen.
Por eso Ferro tiene 154.206 metros cuadrados que posee en terrenos entre la Sede Social (Cucha Cucha 150), el Campo de Deportes (Martín de Gainza 244), el Gimnasio Héctor Etchart (Avellaneda 1240), el Anexo (Cucha Cucha 185) y el Campo Deportivo de Pontevedra (cuyos 104.994 metros cuadrados fueron adquiridos en 1975 utilizando un gran porcentaje de lo recibido del Hércules de España por el pase de Gerónimo Saccardi).
El fútbol, el básquetbol y el vóleibol son los deportes más importantes de Ferro. Pero de ninguna manera las otras actividades están descuidadas. Basta de hablar del béisbol, varias veces campeón, Handball masculino, primer campeón de la Liga Nacional de 1986; del femenino de Handball, multicampeón en los últimos años, campeón del Torneo Angel Del Pero y de la Copa Llamermos y subcampeón del Torneo Otoño y del Metropolitano, todo en 1986, además de ganar siempre en inferiores; o dar algunos nombres… Como los atletas Luis Migueles, Andrés Charadía, Fernando Pastoriza y Oscar Veit; o el multicampeón de pelota a paleta Eduardo Ross, el más importante pelotari del país; o el nadador Martín Bellavita, recordman argentino de 100 y 200 metros mariposa y 50 libre; o Marina Magas, campeona argentina de gimnasia artística con apenas 17 años… Ellos, sumados a los Cortijo, Luis González, Maretto, Darrás, Maggi (básquetbol), Cúper, Garré, Oscar Acosta (fútbol), Conte, Getzelevich, Coria (vóleibol), y muchísimos otros, son por demás demostrativos de la gran obra que realiza Ferro desde hace años en el deporte. Un trabajo que es escuela y que es ejemplo.