La experiencia pesó más
En lo que fue la segunda actuación de Ferro en su histórica participación en la Liga Femenina, las dirigidas por Matías Maza batallaron frente a Vélez, uno de los equipos más fuertes de la competencia, pero terminaron cayendo 68-57 en su visita a Liniers.
El partido arrancó con muchas imprecisiones y pérdidas en ambos lados, tal vez por los nervios habituales de cualquier inicio de temporada. La primera conversión llegó recién cuando ya se habían jugado casi dos minutos, en manos de Alejandra Alonso para el Fortín, y a la jugada siguiente Martina Torres igualó las acciones. Así las cosas, el juego empezó a fluir y la presión alta que intentó ejercer Oeste, con una marca colectiva intensa desde la salida del rival, no le permitió contener al goleo local, que rápidamente sacó diferencias.
De esa manera, en el arranque del segundo cuarto, las de Liniers sacaron ventaja de dos dígitos y la mantuvieron incluso hasta al entretiempo, aunque con un cierre de parcial favorable a Oeste, que se fue al descanso con una bomba de Martina Scian para dejar la chapa 36-25 para Vélez. Por otra parte, es para destacar una faceta que también contribuyó para que las fortineras lideraran en el marcador: en el primer tiempo, Vélez capturó 24 rebotes, mientras que Ferro sólo 11.
Sin embargo, como en lo que había sido el debut del sábado ante Los Indios, Oé mostró su mejor versión en el final del segundo parcial y durante gran parte del tercero. La marca en zona le dio resultado en el tercer cuarto, y a su vez mostró más variantes en ofensiva y se fue acercando en los números. Una bomba de Micaela Sabater las dejó a 6 puntos a falta de 03:36 y llegó a ponerse a 4 con una bandeja de Agustina Bazán. Pero sobre la chicharra, Lucila Sampietro clavó un triple y se fueron al último parcial 50-43.
Y en el último cuarto, la experiencia de Vélez -un equipo que suele ser protagonista- le permitió manejar los tiempos del juego y Oeste, pese a estar metido y con buena actitud, sólo llegó a achicar la brecha a cinco puntos y luego padeció el poderío local para cerrar el juego.