La enseñanza no para durante la pandemia
La situación del país y del mundo no es ajena a nadie, y junto al brote de la pandemia de COVID-19, toda la sociedad tuvo que modificar su vida diaria. En ese sentido, grandes y chicos tuvieron que adaptarse, quedarse en casa y aprender desde allí. Cambiaron las rutinas, el modo de sociabilizar y conectarse; y entonces padres, maestros y alumnos han tenido que reinventarse para poder seguir adelante.
Una de las primeras actividades que se suspendieron presencialmente fueron las clases. En esta oportunidad, Noemí Magistrelli, directora de “El Trencito Verde”, y Nayla Costantino, maestra de sala de 5 del mismo, nos contaron cómo cambió su vida y la de los chicos que asisten al jardín de Ferro.
Lo primero fue la organización, el ciclo lectivo recién comenzaba en Argentina, y si bien en un principio, nadie sabía cuánto iba a durar esta situación, desde la dirección se organizaron para que cada chico pueda “asistir virtualmente” a las clases. Aquí entró en juego la tecnología con sus videollamadas, y las plataformas a través de las cuales no sería posible tener el feedback necesario entre maestras y alumnos, hoy ya se volvieron parte de la vida cotidiana. Con el uso de la plataforma zoom, Nayla puede ver cómo los chicos trabajan en sus casas, siempre supervisados por alguno de los padres. Cada “clase” dura 40 minutos, pasado ese tiempo es más fácil que los chicos se dispersen. Sus alumnos vienen muy bien, están abordando todos los temas que eran parte del diseño curricular para que el año que viene puedan entrar a la primaria, incluso están adelantados, y no van a tener problemas porque van a tener todas las herramientas para encarar a primer grado, señaló la maestra.
Noemi y Nayla, como el resto de las maestras, siguen haciendo cursos e incursionando nuevos modos de estudio para encontrar nuevas formas de enseñanza.
El Trencito verde se caracteriza por tener varios talleres y una gran actividad deportiva en el club. Con respecto a este tema, Noemí nos señaló que todos los talleres se están llevan a cabo, tanto el de pintura, música, y hasta el profesor de Educación Física le da ejercicios a los chicos para reemplazar las clases en el natatorio. Ella supervisa todos los encuentros.
No es lo mismo estar en el salón con los chicos, “es lo que más se extraña” nos señala Nayla. Y si bien mantienen algunos rituales como festejar los cumpleaños, la distancia se siente, y es un aspecto que se trabaja día a día. Las emociones, ya sea a través de cuentos, canciones, o de un peluche, es una temática constante entre maestros y alumnos. Pero también hay tiempo para cosas nuevas como un proyecto de huerta en cada una de las casa de los chicos surgido recientemente.
El tema del coronavirus se toca y los chicos comprenden de qué se trata, de los cuidados que hay que tener, quedarse en casa y lavarse las manos.
La clave es reinventarse, palabra que nombraron ambas más da una vez a lo largo de la entrevista, y que tendrán que seguir poniendo en práctica en lo que dure esta situación que nos atraviesa a todos como sociedad. Y como le dicen Nayla a sus alumnos al finalizar cada día: “Hasta cuando nos volvamos a ver” dado que no se sabe cuando se volverá a clases, pero sin embargo, El Trencito Verde no detiene su marcha en este camino del aprendizaje.