Panorama complicado
Parece que no hay caso. Ferro intenta de todas las formas posibles, con diferentes planteos tácticos, algunos cambios, juega buenos partidos y aún así no puede sumar puntos. Comienza bien los encuentros pero con el correr de los minutos, quizás por la presión lógica de estar jugándose la permanencia en Primera, decae su nivel y no puede mantener lo hecho hasta el momento. Además, a todo esto se le suma la juventud del plantel y todas las complicaciones que debieron atravesar en este período, como la lesión de su goleador Santiago González Amaya promediando el torneo.
El viernes en Villa Lugano no fue la excepción a estas situaciones antes mencionadas. El primer tiempo frente a Nueva Estrella, rival que venía también muy golpeado con cuatro derrotas consecutivas a cuestas, fue muy parejo y apretado. Ambos se jugaban cosas importantes y eso se vió reflejado en el 0-0 con el que finalizó la primera parte. En el complemento, los dirigidos por Diego Meirama arrancaron desconcentrados y lo pagaron con dos goles en contra en un minuto por medio de Sebastián Formigo y Nicolás Manganiel. Rápidamente, Ignacio Carbone logró achicar la diferencia y cuando Ferro estaba cerca de la igualdad, llegó la expulsión de Martín Lombardi por doble amonestación y el tercel gol de los locales, obra de Jonathan Naponiello. Los chicos sintieron el golpe y más allá del descuento sobre el final de Sebastian Russo de sexta falta, poco pudieron hacer ante un equipo que aprovechó el hombre de más en cancha y dominó las acciones en la segunda etapa imponiéndose finalmente por 3-2.
Para finalizar el Torneo Apertura, que coronó a Boca como nuevo campeón, todavía quedan por disputarse los partidos postergados frente a El Porvenir y Kimberley. Seis puntos importantísimos a conseguir si se quiere lograr un poco más de aire para escapar de la zona de descenso directo.