Guiñazú: “ver el crecimiento de los jugadores me genera orgullo”
El formador atenta contra el exitismo del que tanto se habla y se aparta, al menos por un rato, del foco resultadista. Busca el desarrollo del juvenil, que vive con el sueño de convertirse en profesional, pero también lo educa para ayudarlo a crecer en lo humano. En Ferro, y más aún en el Fútbol Juvenil, se pueden encontrar ese tipo de entrenadores.
Luciano Guiñazú es el director técnico que, junto a Christian Meloni y al PF Ariel Cervini, lleva los hilos del equipo de Reserva. Como futbolista surgió de las divisiones inferiores de Oeste y luego siguió su carrera en el ascenso argentino y en el exterior. “Viví en California (Estados Unidos), donde estuve 11 años entrenando chicos desde los 6 hasta los 18. Aunque a veces resulta difícil regresar porque uno empieza una nueva vida y encuentra estabilidad, decidí volver y empezar a trabajar acá en las inferiores del club con Jorge (Cordon), que me ofreció en ese momento la octava categoría. Al año siguiente pasé a la quinta y después agarré la reserva, donde ahora voy a estar por segundo año consecutivo”, repasa Guiñazú.
Al momento de hablar sobre su tarea, no duda: “Entendemos muy bien cuál es nuestro rol: formar jugadores y tratar de que cada uno de ellos sea mejor de lo que era el torneo anterior y el mes anterior. Buscamos acercar al futbolista a la Primera División”. Entre frase y frase encuentra un lugar para citar a César Luis Menotti: “si un jugador tiene 10 errores, pasa un año y tiene los mismos 10 errores, el problema ya es del entrenador”. Y agrega: “Lo que más orgullo me genera es ver el crecimiento y el desarrollo de los jugadores. Nuestra recompensa es ver que cuando salen a la cancha rinden, entienden lo que buscamos, actúan de una determinada manera en el campo de juego y mejoran individualmente para luego potenciar al resto“.
– ¿Cómo llevan a cabo ese trabajo?
– “Nos enfocamos en formar a los jugadores y en hacerles entender situaciones de juego: que no se tienen que dejar absorber por la marca, que cuando van a recibir la pelota tienen que hacer movimientos preliminares, que ‘vengo para ir y voy para venir’, el doble movimiento, etc. Lo más difícil para el futbolista es la toma de decisiones: eso es lo que diferencia a un jugador bueno de un jugador muy bueno y de uno de excelencia“.
– Muchas veces se pide que todas las categorías y que incluso la Primera intenten jugar de una misma manera, ¿se puede lograr algo así?
– “Es muy difícil que todas las categorías jueguen igual porque los futbolistas tienen nombre y apellido, y cada uno tiene sus características. Por ejemplo: vos podes usar un 4-3-3 pero en una categoría tener un clásico nueve que es definidor y en otra un nueve que hace mejor el trabajo de tirarse atrás. Son diferentes estilos en los que cada equipo va a tener otra forma de defender, de recuperar la pelota, de llegar a la finalización de la jugada. No se trata de jugar lindo ni feo: se juega bien o se juega mal, con los cambios, evoluciones e improntas que cada entrenador pueda tener”.
En el fútbol argentino se ha escuchado miles de veces la palabra “proyecto”. Pero en muchas ocasiones solo significó algo vacío, sin un contenido ni una idea que represente la identidad del club. Para alejarse de eso, Guiñazú considera que los dirigentes -en este caso la Subcomisión de Fútbol Amateur-, el coordinador Jorge Cordon y los entrenadores deben seguir una misma línea. “En Ferro hay muchos avances, en Pontevedra hay cuatro o cinco canchas en condiciones para trabajar. Están los directores técnicos, pero también los preparadores físicos, los médicos, la kinesióloga, el psicólogo, los utileros… En ese sentido creo que el camino de todos nosotros es buscar la excelencia“, explica mientras observa la cancha de sintético en Caballito desde uno de los bancos de suplentes.
Aunque no sea el foco principal, la Reserva de Ferro comenzará el 2019 como líder de la Zona B con 20 puntos, producto de seis triunfos, dos empates y una derrota. Sobre esa primera parte y lo que viene en este nuevo año, el entrenador Luciano Guiñazú analiza: “Es importante que estemos punteros en el torneo porque a esta edad los chicos ya tienen que mirar la tabla, acostumbrarse a jugar y a sostener un resultado, y obviamente a salir campeones. Como todo comienzo de año hay cambios y tendremos que adaptarnos a lo que viene: tres jugadores que eran titulares (Martín Rodríguez, Lucas Souto, Nahuel Maidana) están entrenando con Primera y no sabemos si vamos a contar con ellos y otro (Adam Ozeri) está a préstamo en un equipo de Brasil“. Después de haber comenzado con los trabajos en Caballito, el equipo, que está compuesto por jugadores de quinta y de cuarta división (el DT es Claudio Valz, quien fue su compañero en las infantiles e inferiores), continuará con la parte más fuerte de la pretemporada, a cargo también del PF Ariel Cervini, en el predio Dr. Santiago Leyden ubicado en Pontevedra.
Nota: Franco Fagioli (@FranFagioli)