La primera dama
Las manos mágicas de Ferro son de la kinesióloga Lorena Fontao
La profesional dialogó en exclusivo con Crónica del Ascenso, contando su trabajo a diario en el Verdolaga
Por Diego Rodia
Hace mucho tiempo que el fútbol dejó de ser algo exclusivo para los hombres. De a poco la mujer se fue involucrando. Desde aquellas que lo practican a las que lo adoptaron como una profesión, sin olvidar a las que cada vez le toman más el gustito a concurrir a una cancha o simplemente a prenderse frente a la pantalla del televisor. Lo que no es común es encontrar en un cuerpo técnico o médico de un plantel profesional masculino a una persona del sexo opuesto. Por eso, el caso de Lorena Fontao, quien sale a la cancha como kinesióloga del equipo principal de Ferro, parece excepcional. Recibida hace 11 años, trabajó con dos grandes de la rama como Rubén Araguas y Luis García, de cuyo consultorio siempre salió la persona que cubría las inferiores del club de Caballito. Hasta que tres temporadas, la oportunidad le llegó a ella.
-¿Cómo ingresaste al cuerpo médico de primera de Ferro?
– Estuve dos años en inferiores y a principios de éste, cuando llega Marcelo Broggi, que era el coordinador de inferiores, subió a los profes, al técnico de la cuarta que hoy es el ayudante de campo y pidió que subieran a la kinesióloga de inferiores, la nutricionista (Yanina Duer) y la psicóloga (Lara Chi). Las tres trabajábamos en inferiores. No tuvieron ningún inconveniente; el trabajo en equipo funciona y por eso quisieron seguir esa linea. El cuerpo técnico y el médico tuvieron una buena fluidez y éste ascenso nos dio la posibilidad de pertenecer al plantel.
-¿Entraste con cierto prejuicio?
-No, había estado el año pasado cubriendo al kinesiólogo de Primera para un partido con Colón, en Santa Fe. Concentré, viajé y jugamos. Con el equipo de trabajo que teníamos, sabía que funcionaríamos bien. Y lo que sí implementamos en la pretemporada fue el trabajo específico que veníamos haciendo en inferiores. Era cuestión de demostrarles que podían confiar en uno, pues tenía un nivel profesional acorde a las circunstancias.
-¿El trato es solo profesional o de confianza?
Es excelente. Hace tres semanas falleció mi abuelo y cuando me enteré, entrenamos, concentramos. Yo lo hice hasta la mitad de la tarde y me fui. Fue la primera noche que no estuve en la concentración, porque a la mañana siguiente lo enterramos. Me volví para el partido y en el vestuario viví algo que me llegó al corazón porque habla del trabajo en equipo y del grupo. El Pupi (Salmerón) dirigía la charla motivacional donde habla el técnico, el capitán y demás y cuando termina, agrega: “y ojalá tengamos un triunfo para darle un poco de alegría a Lore”. Se me caían las lágrimas. En el partido convirtió el gol, hicieron el trencito y cuando volvió, me hizo la seña de que me acerque y me pegó un abrazo que me morí . Me desarmé, porque era ese cruce de energía que necesitaba para sobrellevar el mal trance que estaba pasando.
-¿Cómo vivís un partido?
Un día van a usar el desfibrilador conmigo. Me compenetro tanto que soy una fanática más, pero sentada en el banco. Yo tenía otra visión del fútbol. Y cuando me tocó trabajar desde adentro, empecé a vivirlo como lo hace el hombre. Aunque sea totalmente distinto
-¿Lo sufrís a la par del técnico?
-Si, lo sufro, lo grito. Me agarro la cabeza cuando erramos algún gol.
-¿Pasaste algún momento desagradable?
-No porque una está metida en el partido y a veces ni siquiera escuchás. Una vez me pasó en el club que de repente alguien me gritó “Lore, te amo”, quedé boyando y me reía sóla. Nos reíamos con el médico y yo decía “¿dónde está, dónde está?”.
-Me cuesta creer que nunca te dijeron nada…
¿Guasadas? Todas las que se te ocurran. Me han mandado a lavar los platos, que ese no era mi lugar. No sé si fue en Paraná. Un señor que estaba recontra sacado. Puteó a Marcelo (Broggi), a los nuestros, al médico. Y a mí en un momento me dijo: “¿qué hacés ahí? Andá a lavar los platos”. Bajé la cabeza, miré al doctor y le dije: “este salame no se da cuenta que yo tengo un gil como éste que lava los platos en mi casa”. Fue para descomprimir la situación. El hincha tiene la necesidad de descargar la bronca en algún lugar.
-¿Sos feliz con lo que hacés?
– Si, si. Voy feliz a los entrenamientos.
– ¿Cómo es una concentración?
-Los chicos tienen bastante conducta profesional. De una concentración no se te escapa nadie. Para mi es el momento en el que laburo más. Almuerzo y ya me quedó con el plantel. Trabajo toda la tarde en el período de siesta. A Algunos los voy a atendiendo a la tarde,a otros después de la merienda y el resto queda para después de la cena.
Lorena no es el único caso en el mundo. En los últimos años, en Chelsea se vivió una revolución con Eva Carneiro, la médica del cuerpo técnico que conduce José Morinho. Por lo tanto, ya no es sólo cosa de hombres…
“Creo que en Argentina no hay chances de una mujer DT”
¿Se imagina en un futuro a una mujer entrenadora de un equipo de hombres? En éste país, extremadamente machista, lamentablemente no hay lugar siquiera para la imaginación. En otros lugares se le dá un lugar y en otros son despreciadas, cosa que sucedió en éste último año en España pero con otro deporte: el tenis. Para Lorena, es imposible pensar en un mujer DT. “Si estuviéramos en otro país, ya hubiéramos llegado como ha pasado. Pero la Argentina, creo que es el único lugar dentro del fútbol que se les va a complicar un montón llegar a ser director técnico. Ahí me parece que la cabeza del argentino no lo permite. El fútbol es un ambiente complicadísimo, no siempre las cosas son de frente, las situaciones no son las ideales. Desde mi humilde opinión, el más difícil va a ser el puesto del técnico. Me parece que no hay posibilidades. El resto es más accesible”.