Pura humildad
Miguel Rodriguez es el ayudante de campo de Marcelo Broggi, técnico del plantel profesional de fútbol. Juntos trabajan en Ferro desde hace varios años, antes con inferiores, hoy con la Primera. A continuación, Rodriguez nos cuenta distintos aspectos del equipo.
Miguel, cuando arrancaron con Marcelo Broggi hace algunos años, ¿Pensaban dirigir al equipo profesional?
No, la verdad que habiamos dirigido tres veces interinamente pero siempre abocados al proyecto grande que teniamos en inferiores. Vinimos a eso, a trabajar con los más chicos, después se dio esta oportunidad y la tomamos con mucha gratitud, siempre hay que ser agradecido con todas las personas del Club. Durante los tres años que trabajamos aca siempre intentamos nutrir los planteles de Primera con varios jugadores de inferiores.
Y hoy en Primera, ¿Siguen mirando a las divisiones inferiores?
Si, siempre. Tanto Mariano Mattia (uno de los preparadores físicos del plantel profesional) como yo, bajamos constantemente a ver a los chicos cuando el tiempo nos lo permite. Es complicado pero siempre tratamos de evaluar a todos.
Hay una frase en el vestuario que es de tu autoría, ¿Es así?
Si, la frase es: “Cuando salgo a la cancha juego con la cabeza; cuando no puedo, juego con el corazón; y cuando no puedo jugar ni con la cabeza ni con el corazón, por mis raices, por mis afectos, por las cosas buenas de la vida y por mi familia, corro, meto y juego con los huevos”. Siempre trato de recordarselas a los jugadores porque es parte del incentivo, nunca hay que olvidarse del pasado porque de esa forma se progresa, quizá de a poco pero se progresa.
Contanos, ¿Cuál es tu aporte y función dentro del cuerpo técnico?
Como ayudante de Marcelo (Broggi), tengo una gran participación en el equipo, ya sea desde lo táctico, la pelota parada a favor o en contra y miro los videos para analizar al rival. Marcelo me consulta, me siento muy cómodo con él, me da un gran espacio y estoy muy a gusto. Dentro de la estrategia también hablo con los jugadores, estoy muy agradecido a todos por el compromiso que tienen.
Escuché a Broggi, en varias oportunidades, decir que el equipo entiende la idea, ¿Vos lo ves así?
Si, al igual que el técnico veo que los jugadores entienden lo que queremos, se comprometen con nuestra idea de juego. Tenemos un mensaje claro, una propuesta buena, de un equipo agresivo que cuando puede juega y crea muchas situaciones de gol por las cortinas, movimientos y diagonales de los que atacan. Estamos pasando también por una parte buena desde lo físico debido al gran trabajo y la dura pretemporada que hicieron Cervini y Mattia. Hay que aprovechar el buen momento para trabajar y necesitamos que todos aporten lo suyo, y las cosas están saliendo bien por eso, porque los profes hicieron muy bien su parte, los utileros Sergio y Marcos suman desde su lugar, las mujeres del plantel también hacen lo propio, los jugadores se comprometen y tanto Broggi como yo, ayudamos desde el lugar que nos toca.
¿Coincidís en que Ferro merece más puntos de los que tiene? (NdR: Oeste se encuentra 13º con 13 puntos, producto de tres victorias y cuatro empates, además de dos derrotas)
Si, sin dudas. Tendriamos que tener los dos puntos de chacarita, los dos de Madryn y uno con Guaraní. Te amarga un poco eso porque fueron partidos en los que el rival no llegaron mucho y nosotros creamos muchas situaciones pero faltó concretarlas.
Hace poco me comentaste que cuando ganás todo es más facil, ¿A qué te referías?
Cuando ganás es más fácil corregir y los jugadores también se sienten distinto desde lo anímico. Además, y no es que lo diga con el cassette puesto o sea un verso hecho, pero se puede ver, y todos lo dicen también que el grupo está muy bien. Están metidos, laburan doble turno, vamos a pontevedra como sucedía en las mejores épocas, estamos tratar de encontrar cierta mística que pueda llevar a este equipo a lo alto. Vamosa vernos bien cuando concretemos todas las situaciones que tenemos, es una equipo agresivo, fuerte y que genera, estamos haciendo muchas cosas bien pero hay que meterla para terminar los partidos más tranquilos.