Catalán Verde
Existen muchas historias de hinchas de Ferro lejos de nuestras fronteras
que nos sorprenden y hacen que nuestro sentimiento Verdolaga perdure en
el tiempo más allá de nuestro barrio y nuestro país.
La historia que narraremos se dio hace pocos días con un hombre de
origen catalán y que en la actualidad es el Director de European
Affairs (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos.
Didac García Carrete llego a Buenos Aires para una reunión de
empresarios hoteleros de todo el mundo. Charlando con Ariel Amoroso,
Presidente de AHRCC (Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías
y Cafés), este joven empresario Catalán le manifestó el deseo de
conocer Ferro. Amoroso, ex yudoca de la institución, se comunicó con
Felipe Evangelista quien, además de haber sido presidente de Ferro, es
hoy Presidente de la subcomisión de Bares Notables de esa Asociación y
ambos le hicieron cumplir el sueño a Didac.
Una vez en el Club fue recibido en Presidencia por el Vice presidente
Alberto de Aloysio. Consultado por el motivo que lo llevo a querer venir
a Ferro cuando los organizadores de la conferencia tenían planeado
llevar a los visitantes extranjeros al barrio de La Boca, Didac conto
que de pequeño lo atrajo el nombre le gusto que un club se llamara
“Ferrocarril” y desde ahí, estamos hablando de la década de los
80, se hizo hincha de Ferro.
La recorrida por el club fue muy emotiva para el amigo catalán y se
sacó fotos en varios lugares incluyendo la histórica Locomotora y
hasta besando el césped de nuestro sagrado Templo.
De regreso ya en Barcelona Didac nos escribió:
“Querido Felipe, Quería agradecerte de corazón la hospitalidad y todas
las atenciones que tuvieron con nosotros. Siempre quise conocer Ferro
Carril Oeste y me encantó su filosofía de club multidisciplinario y la
función social que tiene. Gracias por hacer que mi sueño se hiciera
realidad!”
Y remató su mensaje: “Primero debes devolverme la visita. Os espero
en el restaurante de mi familia Can Rectoret, en Barcelona.
Hinchas de Ferro por todo el Mundo, un sentimiento inigualable