Más nuestro que nunca
Ferro vive sus días más felices: tras doce años de intervención judicial, el club levantó la quiebra y volverá a ser administrado por sus socios a fines de noviembre.
Una multitud de hinchas festejó ayer, por las calles de Caballito, la esperada noticia. Desde las 18 horas empezó el movimiento en la Sede Social, y para las 19.30 la fiesta ya era completa. Partió la caravana, a pie y a puro trapo, pasó por Primera Junta y llegó hasta Acoyte y Rivadavia, donde durante casi una hora los fuegos artificiales fueron el telón de fondo del espectáculo principal, el grito eufórico y emocionado de esos miles de fieles que lograron lo que socios de ningún otro club quebrado del mundo pudieron: poner a la institución de pie sin más ayuda que la voluntad propia. Sin empresas mediante, ni gerenciamientos, ni mecenas.
La marea verde, popurrí de pibes, grandes, abuelos y bebés, siguió camino y regresó por Avellaneda sacudiendo al barrio que saludaba desde los balcones. Pasadas las 23, y ya de vuelta en el punto de partida, se callaron los bombos. Pero siguieron retumbando, esta mañana y hasta ahora, en la cabeza de todos los que se acercaron a vivir en familia y con amigos este día soñado. El día de la lealtad, de la fe, del amor. El 20/10, el día que empezó a cambiar la historia.
Hoy, Ferro es más nuestro que nunca. Hoy, Ferro es de los socios…